Exposicions

Imatge, so i paraula

Text íntegre de la intervenció d’Enrique Palomares

Una de les obres de Jesús Romero exposades a la nostra seu
Una de les obres de Jesús Romero exposades a la nostra seu
21 / 04 / 2018 | Dolors Jimeno

Com ja vaig escriure recentment, l’exposició de Jesús Romero va córrer a càrrec d’Enrique Palomares, qui ens ha permes publicar les seues paraules. Intersindical Cultura agraeix aquesta generositat, És fàcil dur un programa endavant amb persones així.

Ha sido el suyo un trabajo extenuante: más de dos años pintando 5 o 6 horas al día.

Imagen, sonido, palabra

¡Buenas tardes!

Muchas gracias a tod@s por asistir a este acto y acompañar a nuestro querido Jesús Romero en esta inauguración entrañable e importante. Entrañable al ser casi todos los que aquí estamos amigos, compañeros o familiares suyos: personas que le apreciamos y que valoramos lo que hace. Importante por el valor e interés intrínseco de las obras que integran esta exposición que hoy nos reúne. 

No todos los días uno tiene la oportunidad de exponer, de presentar al mundo exterior la obra en la que tanto has trabajado, tantas ilusiones has depositado y tanto talento y horas has volcado. Por eso, por abrir este espacio de cultura y arte a la creación pictórica de nuestro amigo artista,  quiero también dar las gracias a Intersindical, que se convierte así en anfitrión de esta inauguración y en sede de esta exposición en la que vamos a descubrir el trabajo silencioso de Jesús Romero, tan alejado y al mismo tiempo tan cercano a su hacer cotidiano como músico, como contrabajo de la Orquesta de València, algunos de cuyos músicos somos precisamente objeto de esta muestra a través de la retina aguda y siempre afinada de Jesús. ¡Vamos, que para Jesús somos casi lo que la Duquesa de Alba fue para Goya!!!!

Los que le conocemos como músico y formamos parte de su círculo de amigos sabemos que es alguien… diferente. Que se toma todo lo que hace muy en serio. Jesús ha pintado toda su vida, de hecho su hermano es también pintor, y a algunos afortunados amigos nos ha regalado cuadros suyos, todos abstractos y pintados con técnicas no muy convencionales. Por ejemplo: yo tengo un cuadro que está pintado utilizando jeringuillas. Así que cuando nos empezó a pedir que posáramos para unas fotos porque quería pintar unos cuadros sobre los músicos de la orquesta me empecé a preguntar si realmente sabía donde se metía: porque pintar un retrato hasta donde yo sé es muy difícil. Así que, francamente y ya que estamos entre amigos, os confieso que tenía mis dudas sobre si podría acabarlo. ¡No solamente lo acabó: sino que pintó 40 más!!!!!

Ha sido el suyo un trabajo extenuante: más de dos años pintando 5 o 6 horas al día. Pero esta colección que hoy presentamos e inauguramos prueba que ha valido la pena. Lo que vamos a ver aquí es una muestra de 11 cuadros de una serie de 41 que Jesús ha pintado teniendo como tema a la Orquesta de València y a sus músicos. Ante este derroche de trabajo y de esfuerzo, la primera pregunta que me hago, la primera reflexión que surge en mi mente, es por qué alguien invierte tanta energía, tiempo e ilusión en crear una colección de cuadros como esta…

Cuando hace miles de años, un antepasado nuestro tomó un rescoldo apagado de la hoguera de la noche anterior y se puso a dibujar en las paredes de su cueva unos garabatos surgió la primera manifestación artística. Algunos de esos garabatos rupestres -como los de Altamira, los de Siega Verde en Salamanca o los del Sur de Francia- son aún hoy de absoluta modernidad. Ese antepasado tenía necesidad de decir, de comunicar algo a sus congéneres o a los espíritus, no lo sabemos, pero es seguro que el arte nació del impulso de esa persona para comunicar, para transmitir algo a los demás.

Sinceramente, creo que esa necesidad de trascendencia que tenemos los humanos, que hace que nos preguntemos –al hombre del paleolítico, pero también al que hoy se traslada en vuelos supersónicos-, ¿qué somos? ¿de dónde venimos? ¿adónde vamos? ¿qué hacemos en este mundo?, es la que ha movido a Jesús a entregarse en un proyecto de varios años de trabajo con una dedicación plena y prácticamente exclusiva.

Es, sin duda, un orgullo para nosotros que Jesús haya tenido la iniciativa de crear un proyecto alrededor de la Orquesta de València, de su Orquesta de Valencia, en la que trabaja como ayuda de solista en la cuerda de contrabajos desde hace décadas.

Admiro y le agradezco el coraje y el talento que hace falta para pintar esta serie de cuadros, pintarnos tan bien y dedicarlos sobre todo a la música, que es el arte que mejor transmite y despierta nuestras emociones: la alegría, el amor, el dolor, el miedo y -la más importante para mí- la esperanza.

Las personas que nos dedicamos a la cultura la entendemos de una manera amplia, y, por lo tanto, el arte también. No hay un solo camino, una sola manera de crear: cada artista tiene la suya y todas son válidas siempre que salgan desde dentro, con autenticidad. Y esto es precisamente lo que estamos contemplando aquí, la manera en la que Jesús nos ve y nos sueña.

Esta exposición tiene el aliciente de coincidir con el 75 aniversario de la Orquesta de Valencia, y por lo tanto la dimensión temporal del retrato de los músicos va a quedar marcada de una manera más especial aún si cabe. Aunque Jesús ha pintado 41 cuadros le instó desde aquí a que pinte el que falta: el suyo.

Para acabar estas palabras a vuelapluma, me gustaría añadir y colocar junto a la imagen y el sonido la otra gran expresión cultural: la palabra. Y lo voy a hacer recurriendo a un poema de Rafael Alberti que se titula A la pintura, y que el poeta subtitula como “poema del color y la línea”. Dice así:

A la pintura
A ti, lino en el campo. A ti, extendida
superficie, a los ojos, en espera.
A ti, imaginación, helor u hoguera,
diseño fiel o llama desceñida.

A ti, línea impensada o concebida.
A ti, pincel heroico, roca o cera,
obediente al estilo o la manera,
dócil a la medida o desmedida.

A ti, forma; color, sonoro empeño
porque la vida ya volumen hable,
sombra entre luz, luz entre sol, oscura.

A ti, fingida realidad del sueño.
A ti, materia plástica palpable.
A ti, mano, pintor de la Pintura.




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