|
LA TRIBUNA.11.02-04.
Cartas:
LA JORNADA Y LOS NIÑOS
(Francisco Escobar Rabadán)
Esta tarde he tenido por fin acceso a un documento sobre el
que los padres de Albacete podremos emitir opinión
en una semana, y que va a ser de la máxima trascendencia
para nuestros hijos. Se titula «Los tiempos escolares
en el marco de una ciudad educadora».
Este no es sino el eufemismo con el que se pretende implantar
la jornada continuada en horario de mañana en los centros
escolares. Una aspiración del profesorado, que quiere
disfrutar de las tardes libres, y de algunos padres, que encuentran
ventajas en relación con su horario de trabajo.
Pero, ¿y los principales afectados, los niños?,
¿dónde queda su punto de vista? Lamentablemente
ellos no podrán opinar. Son los poderes públicos
los que tendrían que velar por sus derechos, pero éstos
ya han tomado partido. Así nos encontramos con una
campaña institucional de petición de voto a
favor de la jornada continuada.
Con el argumento de que «ningún estudio pedagógico
o psicológico se decanta por un modelo u otro de jornada
escolar», pretenden hacernos perder de vista lo obvio:
cinco horas seguidas agotarán a los niños y
el rendimiento en las horas finales de la mañana se
verá seriamente afectado.
Según dicho documento ha debido de existir un proceso
de debate y aportación de ideas a dicho texto. Hace
unos días yo dejé bien claro mi punto de vista
en la reunión de mi AMPA, pero ¿qué posibilidades
tengo de difundirlo más allá de los padres que
pudieron asistir a esa reunión?
Todo hace pensar que nos encontramos ante un proceso irreversible.
Cuando hace unos años los sindicatos de la enseñanza
empezaron a reivindicar esta jornada sabíamos lo que
se nos venía encima. Progresivamente se fue cambiando
arbitrariamente la jornada, y ahora se desarrolla un proceso
acelerado, del que la mayoría de los afectados no hemos
dispuesto de información hasta el último momento,
para llevarnos el próximo día 16 a una votación
en la que vamos a decidir no sólo por nuestros hijos,
sino también por los que en el futuro se escolaricen.
Frente al poder de los sindicatos, y la campaña del
Ayuntamiento, poco parece que podamos hacer aquellos que vemos
en este proyecto un perjuicio para nuestros hijos. Espero
que esta carta pueda contribuir a animar a acudir a votar
contra el mismo a aquellos que aún tengan confianza
en que podamos paralizarlo.
Francisco Escobar Rabadán
|
|