LA TRIBUNA.25-02-04.
Cartas: AL DIRECTOR DEL COLEGIO ANA SOTO
(Carmen Piqueras Ramos)

Después de haber leído las declaraciones a “La Tribuna” del pasado día 18 de febrero, por parte de Jesús Ortega, director del colegio “Ana Soto”, señalando que se han enfrentado “dos culturas, del aprecio y del menosprecio”, me veo en la obligación moral, como madre, de contestarle, para ello me he tomado un tiempo, tiempo que necesitaba para asimilar, o mejor dicho “digerir”, tales declaraciones. Lo peor no es que este señor haga tales afirmaciones, tan poco democráticas, tan ofensivas y poco o nada conciliadoras; lo peor es que recibió felicitaciones y aplausos por parte de los educadores de nuestros hijos, “sus maestros”, aquellos a los que confiamos parte importante de su educación, lo cual me parece verdaderamente preocupante.

No puedo menos que pensar que mostraban su satisfacción por haber logrado una mejora laboral importante, conozco a pocos trabajadores que tengan una jornada laboral de 25 horas semanales y tan bien distribuidas, por no hablar de la cantidad de vacaciones que disfrutan a lo largo de todo el año. A los padres nos involucraron en este proceso de reforma laboral, a cambio nos ofrecieron un proyecto educativo, que he leído y releído, y en el que no encuentro su participación por ningún sitio, ellos cumplirán su jornada laboral, de 9 a 2, y se irán a su casa... pero tranquilos los colegios estarán abiertos por la tarde, para realizar las actividades extraescolares que organizan las AMPAS (Asociaciones de Madres y Padres) y que pagan los padres, también contamos con los recursos municipales; piscinas, polideportivos, etc., recursos municipales con los que ya veníamos contando, porque son de nuestra ciudad, o sea nuestros, previo pago de las actividades.

Para llevar este proyecto a cabo, se necesitan muchos “euros” y después de tener conocimiento de los presupuestos en educación para el curso 2004, no me salen las cuentas, aún contando con los “famosos” 5.000 euros de la Junta de Comunidades.

Espero que la postura municipal sea menos partidista, que lo ha sido durante la campaña, y este proyecto “ilusionante” no acabe siendo “desilusionante.”

Carmen Piqueras Ramos