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LA TRIBUNA.16-02-05
Firmas: LA JORNADA CONTINUA.
(Eduardo Cantos)
Los maestros no están dispuestos a que se les vaya de las manos el asunto de la jornada única escolar. Digan lo que digan ellos, la impresión que tengo sobre este particular, es que van a su apaño, sin importarles las consecuencias que la implantación de ese horario puede acarrear a sus alumnos.
Cuando supimos que nuestros estudiantes estaban en el furgón de cola de aquellos estudios que debieron hacer sonrojar a todo el escalafón de enseñantes, nos echamos las manos a la cabeza no dando crédito a lo que veíamos. Entonces creímos que la Administración tomaría cartas en el asunto para corregir el defecto. Pero nada. Todo fueron paños calientes. Igual que cuando, de tarde en tarde, se conocen las cifras del fracaso escolar que pone en evidencia a nuestro sistema educativo.
Los docentes dicen que defienden los legítimos derechos que tienen de trabajar sólo por la mañana. Conforme. Pero ¿quién defiende el legítimo derecho que tienen los alumnos, de recibir una formación adecuada, en tiempo y forma?
Y, por favor, no me hablen más del «stress» laboral.
Eduardo Cantos |
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