LA VERDAD.13-03-05.
Cartas: ... SOBRE LAS JORNADAS DE AMPAS
(Los padres de alumnos - Lorenzo Cuerda/Albacete)

La noticia publicada en La Verdad acerca del congreso celebrado por la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Albacete los días 5 y 6 de marzo está encabezada, en la página 3 del ejemplar del día 11-3-05 por el titular «Los padres piden modificar el sistema de evaluación del alumnado». A lo largo de la redacción de ese artículo aparecen estos términos: «los padres solicitan...», «los padres consideran...», «los padres resaltan...», «los padres apuestan...», «los padres presentan...», «los padres piden...», «los padres reclaman...», etc...

No voy a entrar en el contenido de los predicados que se completan con esos verbos. El análisis de las disparatadas conclusiones a las que han llegado «los cualificados especialistas en educación asistentes al congreso» merecería capítulo aparte. Sólo referiré algunas observaciones sobre el término genérico «padres». ¿Quiere decir muchos padres?, ¿todos los padres?, ¿algunos padres?, ¿qué padres?

Conozco los intereses que tiene la mayoría de padres y madres en lo referente a sus hijos. Y es que además de maestro, soy padre. Todos los padres deseamos lo mejor para nuestros hijos. Indudable. La mayor parte, guiados por nuestro sentido común, colaboramos con la escuela con la mejor voluntad posible.

Presentamos conductas que, pensamos y queremos, les beneficiarán sobremanera. Algunos, llevados por otros nobles sentimientos, ofrecen su colaboración con esta institución, la escuela, mediante una presencia activa en determinados campos y actividades en los que pueden ayudar y aportar algo.

Esto, siempre es positivo y de agradecer. Otros permanecen aparentemente ajenos observando en la distancia lo que ocurre, y realizando acto de presencia cuando son citados, o periódicamente cuando lo estiman oportuno, confiando siempre en la profesionalidad de los maestros. También merece un reconocimiento.

Desconozco los porcentajes de afiliación a las asociaciones de padres. Es un secreto (preguntas y no te responden). Imagino que son muy bajos. Lo que sí se saben son los datos de votación de las últimas elecciones a Consejo Escolar en el sector de padres: alrededor del 8 % de media. ¿Por qué? ¿Acaso no les interesa a los padres la educación de sus hijos? ¿Nunca se puede llegar a esa conclusión! La razón es simple: confían en los maestros y en el sistema educativo. Sencillamente.

Imagínense algún ámbito de la vida democrática en la que los representantes de una asociación o grupo estuvieran respaldados por una votación de un 8 % del total (sean votos afirmativos o negativos para el candidato). ¿Qué ocurriría? Es más, añado: la consigna que tenían de la Fampa los representantes de padres en los Consejos Escolares en relación al Proyecto Albacete Ciudad Educadora "fue la de impedir la votación (véase el lamentable caso del C. P. Simón Abril, ejemplo nefasto de talante democrático).

¿Cuál es, entonces, la razón de que ciertas y escasas personas se arroguen el sentir general de todo un colectivo que no piensa como ellos de ninguna forma? ¿Qué motivo les lleva a erigirse en paladines de la defensa de la escuela pública atacando frontalmente a profesionales que dedican todo su esfuerzo y saber a la labor educativa?

¿Qué indigna respuesta inconsecuente han dado al comprobar cómo la mayoría de los padres que han votado el Proyecto Albacete Ciudad Educadora, lo han hecho en contra de su consigna formulada? ¿Alguien puede aportar o enumerar alguna consecuencia positiva derivada de su actuación en los últimos años? ¿Han llegado a pensar que su actitud genera un efecto contrario al objetivo que supuestamente persiguen? La respuesta se condensa en pocas palabras: intento de promoción personal y afán de protagonismo.

¿El colectivo de maestros soportará esta agresión constante, o llegará el momento de clamar: ¿Hasta aquí hemos llegado!? ¿La amplia mayoría de padres aguantará esta actitud negativa y perjudicial de sus «representantes»? Imagino que, en algunas cuestiones, es inteligente utilizar la indiferencia como respuesta, pero cuando las agresiones son constantes, hay que tomar decisiones relevantes urgentes..., y en las manos de los dos colectivos: padres de alumnos y maestros, están.