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Educación
prevé crear grupos reducidos para matemáticas e inglés en la ESO El proyecto que se presenta hoy a debate planea evaluar el nivel de los alumnos en primaria | ||
Las
clases de matemáticas e inglés de 3º y 4º de ESO de todos los
institutos de secundaria se impartirán en grupos reducidos para dar una
atención más personalizada a los alumnos. Ésta es una de las medidas
que planea proponer hoy el Ministerio de Educación a las comunidades y
organizaciones sociales en el documento para el debate de la reforma de
la Ley de Calidad. Esta medida configura, junto a otras dos, la
alternativa del Gobierno a los polémicos itinerarios de la Ley de
Calidad. Las otras dos son el aumento de los grupos para estudiantes con
problemas educativos (denominados de diversificación curricular) en 3º
y 4º de ESO y una evaluación a mitad de la primaria para dar apoyos a
los alumnos con más dificultades de aprendizaje. No es la primera vez
que los socialistas proponen crear clases reducidas como medida clave
para reducir el fracaso escolar al final de la ESO (esta etapa se
estudia entre los 12 y los 16 años). Ya la plantearon en 2002 en el
texto alternativo que presentaron en el Congreso a la Ley Orgánica de
Calidad de la Educación (LOCE), que estaba promoviendo entonces el PP.
También incluyeron entonces la implantación de horas extra de apoyo
desde primaria para los alumnos en los que se detectaran dificultades de
aprendizaje. La
propuesta actual incluye además una evaluación a mitad de la primaria
(que se cursa desde los 6 a los 12 años) para detectar si hay alumnos
con problemas de aprendizaje, con la idea de adoptar medidas preventivas
dirigidas a ellos. Sus resultados no afectarían a los estudios que
siguieran esos alumnos sino que serían meramente informativos para los
profesores y los padres de cada estudiante.
Tras
esa evaluación, los niños que necesiten apoyos recibirían clases de
refuerzo con profesores específicos fuera del horario lectivo para
ayudarles y resolver sus dudas. Muchos de los problemas que tienen estos
alumnos tienen que ver, por ejemplo, con que no saben estudiar. Es
decir, no han aprendido a retener conocimientos, a hacer esquemas o resúmenes,
cuestiones que en la ESO necesitarán controlar para poder obtener
buenos resultados escolares. Pero para que este sistema funcione, las
administraciones (que son las que tienen las competencias educativas)
deben comprometerse a garantizar y cofinanciar estos apoyos, junto con
el ministerio.
La
otra cuestión por la que quiere apostar el ministerio son los
denominados programas de diversificación curricular. Se empezaron a
implantar en los años noventa y funcionan muy bien. Se trata de enseñar
en 3º y 4º de ESO las asignaturas principales (como lengua, matemáticas,
historia o ciencias sociales) a los alumnos con más problemas
educativos -generalmente, los que han repetido algún curso y tienen uno
o dos años más que el resto- de forma más práctica y sencilla en
aulas menos numerosas (de seis o siete alumnos).
El
ejemplo vasco El
nudo gordiano de esta medida es su alto coste. Según la experiencia del
Gobierno vasco, cada hora de más que se imparte incrementa el coste de
la plantilla de cada centro por materia desdoblada en un 33%. Por lo
tanto, en términos relativos, el coste de la plantilla se incrementa en
un 33% por cada hora semanal que se desdoble una asignatura por clase
(por ejemplo, matemáticas); en un 66% si se desdoblan dos materias (por
ejemplo, matemáticas e inglés), o en un 100% si se hace con tres (en
el caso de que, por ejemplo, se quisiera hacer también en lengua).
Una
vez que se saben las horas lectivas que sobran en un centro al
profesorado de esa asignatura, se determina el número de grupos que se
pueden desdoblar. Por ejemplo, si el profesorado de matemáticas tiene
seis horas sin clase, el centro podrá dividir un solo grupo de matemáticas
para recibir tres horas semanales de esta materia.
El
País Vasco financia desdobles sólo en la educación pública y siempre
que las clases tengan más de 20 alumnos. Actualmente los hay en los más
de 150 institutos que imparten la ESO en esta comunidad. Cada grupo que
se desdobla en una determinada materia se queda con 12 o 14 alumnos, en
vez los 24 o 25 que suelen tener, lo que permite una enseñanza
personalizada. A los centros vascos se les da la posibilidad de hacer
los desdobles según los criterios que consideren conveniente.
Pero,
¿con qué criterio se divide cada grupo? Ésta es una cuestión que
preocupa mucho a los padres. Los criterios son muy diversos, pero
generalmente no se hace según el rendimiento del alumno, porque el
objetivo es conseguir que todos avancen más gracias a que haya menos
estudiantes por clase. Además, los desdobles se caracterizan porque,
una vez hechos, las clases tienen los mismos objetivos y contenidos.
Incluso algunos centros del País Vasco han preferido utilizar las horas
adicionales del profesorado para organizar clases de refuerzo para
algunos alumnos.
A
diferencia de los desdobles, los itinerarios en los que propone dividir
la Ley de Calidad a los alumnos no tienen ni los mismos objetivos ni
contenidos, y los alumnos iban a estar en ese itinerario en todas las
materias.
Con
los grupos reducidos, aun en el caso de que se decida realizarlos por
rendimiento, un alumno puede estar en una clase que dé contenidos de
matemáticas más complejos y luego estar en la que da los menos
complejos en inglés. Además, un estudiante que avanzara mucho, por
ejemplo, en inglés, podría pasar al otro grupo de más nivel en el que
se ha desdoblado su clase. Es, en definitiva, el mismo sistema que
pueden utilizar las escuelas de idiomas para distribuir a sus alumnos. Y
muchos colegios privados llevan décadas realizando estos grupos
reducidos en muchas materias. |