Revista de Premsa

El Pais / Altres


 





 

02-11-2006

La religión tendrá una materia alternativa pero no obligatoria
Los alumnos podrán elegir una asignatura aconfesional sobre la historia de las religiones
J. A. A.  -  Madrid

EL PAÍS  -  Sociedad - 02-11-2006

 

Habrá una asignatura alternativa a religión para los alumnos de educación secundaria (ESO, de 12 a 16 años), pero no será obligatoria para los que no elijan la materia confesional. Los alumnos podrán elegir entre religión (católica u otra), una materia aconfesional sobre la historia de las religiones -ambas contarán para repetir curso aunque no harán media para selectividad o solicitar becas-, o ninguna de las dos, es decir, pasar esa hora con un profesor en la biblioteca o en el patio o, incluso, irse a casa. El borrador de real decreto de enseñanzas mínimas que el Ministerio de Educación debatirá el próximo martes con las comunidades así lo establece.

El PSOE recupera la materia aconfesional que preveía como alternativa obligatoria a la religión la Ley de Calidad (LOCE), aprobada durante el anterior Gobierno del PP, pero que no llegó a entrar en vigor. Actualmente, los chicos que no cursan religión realizan actividades de estudio.

Para la presidenta de la Confederación Laica de padres Ceapa, Lola Abelló, la fórmula del Gobierno es "una vuelta a la Ley de Calidad del PP" y "una alternativa encubierta", una tercera vía en la que su organización ve la mano de la Iglesia.

Por su parte, el presidente de la Conferencia Nacional Católica de Padres (Concapa), Luis Carbonell, aseguró que esta fórmula es muy "positiva". Carbonell se congratuló de que los alumnos que elijan la asignatura confesional tengan oportunidad de conocer la importancia de las religiones en la historia de la humanidad y el pensamiento.

El sindicato STES, por el contrario, consideró "una grave irresponsabilidad política colocar una asignatura alternativa a la enseñanza religiosa, porque va en contra de la propuesta de que la religión salga del currículo escolar aprobada en el Consejo Escolar del Estado. El ministerio se defendió asegurando que se respeta el derecho de los padres que quieran religión para sus hijos y el de los que no la quieran, sin obligar a estos últimos a tener una materia alternativa.


La Ceapa critica presiones de los obispos para cambiar la clase de religión

- Efe. MADRID

La decisión del Ministerio de Educación de incluir una nueva asignatura alternativa a la confesional en secundaria, además de la opción de realizar actividades en el centro o incluso abandonarlo, ha levantado ampollas entre las organizaciones de carácter laicista del entorno educativo. La presidenta de la asociación de padres Ceapa, Lola Abelló, denunció ver "la mano de la Iglesia católica" en este inesperado diseño del departamento de Mercedes Cabrera sobre la enseñanza de la religión.

Para Abelló, la propuesta de Educación significa "una vuelta a la LOCE", la reforma educativa emprendida por el gobierno de Aznar y suspendida en buena parte por el actual Ejecutivo. "Regular dos asignaturas optativas es la fórmula que perseguían quienes querían religión para todos", defendió.

Mientras, la asociación de padres católicos Concapa celebró la implantación de una nueva materia de historia y cultura de las religiones, cuyos contenidos y la asignación de profesores están "aún por concretar". El presidente de Concapa, Luis Carbonel, lo calificó de un "paso muy positivo en la buena dirección", ya que se abre la posibilidad de que los alumnos que no escojan la asignatura de religión puedan "conocer la importanica de las religiones en la historia de la humanidad".

Como el resto de la estructura curricular fijada por la ley orgánica de Educación (LOE), los decretos de regulación de la enseñanza de la religión, la nueva asignatura de historia y cultura de las religiones - de carácter aconfesional, en opinión de Educación- deben estar listos para finales de año. El próximo martes el ministerio tratará con las autonomías su borrador.


06-11-2006

Una 'tercera vía' para la Religión. El Gobierno permite que se estudie la asignatura confesional, una aconfesional o nada

 J. A. AUNIÓN  -  Madrid EL PAÍS - 06-11-2006

La asignatura de Religión es una de las materias de la educación obligatoria y lo va a seguir siendo. Así lo establecen los acuerdos entre el Estado español y el Vaticano y no parece que ningún Gobierno, ni del PSOE ni del PP, tenga intención de cambiarlo. La pelea en los últimos meses ha estado en torno a si habría una materia alternativa obligatoria para los que no eligieran la Religión. La regulación actual, un real decreto aprobado en 1994 durante el Gobierno del PSOE, establece como alternativa actividades de estudio en lugar de una asignatura. El Gobierno del PP diseñó con su Ley de Calidad (que no llegó a entrar en vigor salvo en algunos detalles) una asignatura alternativa obligatoria, aconfesional, que repasaba la historia de todas la religiones.

Ahora, tras meses de negociaciones (sin acuerdo aún) entre el Ministerio de Educación y los obispos, y después de una gran manifestación apoyada por la Iglesia católica contra la nueva ley de enseñanza (LOE), el PSOE acaba de encontrar una salomónica tercera vía en el decreto de enseñanzas mínimas de secundaria obligatoria (ESO, de 12 a 16 años). El alumno que quiera estudiará religión confesional (católica, en su mayoría) y el resto, si lo desean, historia de las religiones. Ambas contarán para repetir curso aunque no harán media para Selectividad ni para solicitar becas. Quien prefiera no estudiar ninguna de esas asignaturas recibirá la "adecuada a tención educativa" que establezca cada instituto. Por ejemplo, estar con un profesor estudiando en la biblioteca o jugando en el patio o, incluso, irse a casa.

Los laicos, en contra
Las organizaciones laicas se han mostrado inmediata y tajantemente en contra de esta fórmula, que han tachado de "grave error político", de "vuelta a la Ley de Calidad del PP" o "alternativa encubierta".

La presidenta de la Confederación Laica de Padres (Ceapa), Lola Abelló, sostiene que lo primordial para ellos es que la Religión salga del horario lectivo y que se rompan los acuerdos con la Santa Sede para que España sea por fin un Estado aconfesional, "como dice la Constitución". Su organización está dentro de una plataforma, junto al sindicato STES o IU, entre otros, que reclama esos dos puntos. STES, además de recordar que el Consejo Escolar del Estado ha pedido que la Religión no sea una asignatura escolar, señala que si actualmente no hay alternativa a la Religión es porque una sentencia del Tribunal Supremo dijo que era discriminatorio. La diferencia es que en la nueva propuesta que mañana discute el Ministerio de Educación con las comunidades autónomas, esa alternativa no es obligatoria.

"Se trata de un tema muy sensible, todavía nos crea mucha crispación que los obispos sigan presionando al Gobierno y a la sociedad", se queja Lola Abelló. En un terreno más práctico, respecto a la nueva propuesta, la presidenta de Ceapa apuesta por la fórmula que desde hace años se sigue en Cataluña, esto es, a partir de 2º de ESO la Religión es una asignatura optativa más, que se puede elegir junto a informática o segunda lengua extranjera. "La reducción de 70 horas de las clases de Religión en toda la ESO permite perfectamente hacerlo", asegura Abelló.

Por su parte, los obispos, tal y como hicieron cuando se conoció el borrador de real decreto de enseñanzas mínimas de primaria (en esta etapa no habrá alternativa aconfesional), han dicho que no opinan sobre borradores. Sin embargo, la Conferencia Nacional Católica de Padres (Concapa), una de las principales organizadoras de las manifestaciones contra la LOE, considera la propuesta del Gobierno "muy positiva". Su presidente, Luis Carbonel, se congratuló de que los alumnos que no elijan la asignatura confesional puedan conocer la importancia de las religiones en la historia y el pensamiento.

FERE-CECA, la patronal católica que reune más del 80% de la educación concertada cree que esta opción "respeta el derecho de todo el mundo", dice Manuel de Castro, su secretario general, quien lamentó la reducción de 70 horas en el horario de Religión.

Hasta aquí, el debate teórico, pero lo que ocurrirá en las aulas con la Religión tiene otros matices. Para empezar, más de un cuarto del alumnado, excluida la enseñanza privada, estudia en centros concertados, la inmensa mayoría de los cuales es católico. Casi todos estos alumnos de la concertada, alrededor de 1,7 millones, seguirán dando Religión independientemente de las otras opciones.

El día a día
Otra historia son los centros públicos, que acogen al otro 73% del alumnado (sin contar los totalmente privados). En éstos, se ha producido un vertiginoso descenso en el porcentaje de alumnos que cursan Religión en secundaria: si en 1996 era el 60,1%, el curso pasado se quedó en un 51,4%. En Madrid, sólo tres de cada 10 alumnos de ESO la estudiaban en 2003, según CC OO.

Para José Antonio Martínez, presidente nacional de la federación de directores de centros públicos, Fedadi, la clave va a estar en si serán los colegios e institutos, como dice ahora el proyecto, o las comunidades autónomas, como han pedido las patronales de la concertada quienes regulen la atención educativa para los que rechacen las asignaturas confesional y aconfesional. "Algunas comunidades podrían evitar que los chicos se fueran a casa durante la hora de Religión", explica. Y eso beneficiaría a la Iglesia, porque, puestos a matricularse en algo, mejor en Religión. No se conocen muchos suspensos en esa asignatura.

"Lo que es seguro es que va a representar una complejidad organizativa tremenda. Por ejemplo, un instituto en Almería donde haya alumnos que quieran religión católica, otros, musulmana, algunos, historia de las religiones y otros nada, es decir, horas de estudio, ¿cómo vamos a organizar eso? O en un instituto donde haya seis grupos de 1º de ESO, ¿cómo hacemos para ponerles a todos Religión a primera o última hora para que puedan los demás entrar más tarde o salir antes?"


Los obispos mantienen el poder de despedir a los profesores

JUAN G. BEDOYA  -  Madrid EL PAÍS - 06-11-2006  

El Gobierno parece resignado a la conflictiva inestabilidad laboral de los profesores de religión, que tantos reproches judiciales está causando al Estado. El empleo de estos docentes, contratados y pagados por el Estado, pero seleccionados por los obispos cada curso, seguirá en manos de la jerarquía católica, según el borrador de real decreto que regula esa relación.

Pese a que el proyecto advierte inicialmente de que el contrato de estos profesores se renovará automáticamente cada año escolar "salvo remoción ajustada a derecho", a la hora de regular los motivos de su extinción el Ejecutivo mantiene uno que tiene en pie de guerra a varios sindicatos y, lo que es peor para el Gobierno, a los tribunales de Justicia. Es decir, la aceptación de que "el contrato de trabajo se extinguirá por retirada de la autorización para impartir clases de religión de la Confesión religiosa que la otorgó".

Con tan farragosa redacción el Ejecutivo socialista está aceptando lo que los obispos proclaman con tesón: que son ellos, y no la Administración que contrata y paga, los que deciden cada año quién es profesor de catolicismo, y quién no. Los motivos para dejar sin empleo a esos docentes (borrándolos de la lista de los propuestos a Educación el año anterior) son de este tenor: haberse casado con un divorciado, participar en una huelga legal, irse de copas con amigos, pedir amparo a la Justicia o, sencillamente, ningún motivo concreto.

Se cuentan por centenares las sentencias conocidas que han reprochado ese proceder. Es más, la Generalitat de Cataluña le dijo en abril de 2003 a la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, donde acababa de perder otro pleito por despido ilegal de un profesor de catolicismo, que "no tiene por qué apechar con las consecuencias de una determinada conducta del Arzobispado de Barcelona". La sentencia que tanto enojó al Gobierno catalán decía que eran "claros los indicios de que la finalización del vínculo laboral del docente obedeció no al carácter temporal de la contratación, sino a la actitud de represalia por la reclamación del profesor frente a una modificación de sus condiciones de trabajo, que había originado una mala relación con el Obispado". El juez habló, incluso, de "manifestaciones de feudalismo industrial que repugnan al Estado social de derecho".

Son miles los docentes que se enfrentan a situaciones de este tipo, con ejemplos tan insólitos como el de la profesora Araceli Gómez Jaén, de Canarias, cuyo despido ha sido declarado nulo por quinto año consecutivo -cinco sentencias en cinco años, desde el curso 2001-2002-, con las correspondientes indemnizaciones por "daños morales" a cargo, no del obispado que la deja sin empleo, sino del Gobierno regional que ejecuta sin rechistar, curso tras curso, los designios del prelado local.

 

 

 

 

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