Revista de Premsa

Educación extiende la evaluación a 130.000 alumnos de tres cursos

El PSPV propone en las Cortes mejorar técnicamente el diagnóstico


N. C.  -  Valencia
 

EL PAÍS - 09-05-2006

La Consejería de Educación extenderá la evaluación censal de diagnóstico a los alumnos de tres cursos más -al final de Primaria y al término del primer ciclo de la ESO- una vez cerrada la primera medición de este tipo realizada entre los 42.185 alumnos de segundo curso de Primaria con resultados que han sido cuestionados al alcanzar el "notable" en todas las materias, excepto en cálculo y lenguaje. A final de año, según el consejero Alejandro Font de Mora, se habrá evaluado el rendimiento de 130.00 escolares. El consejero adelantó que en octubre su departamento evaluará a los 42.507 alumnos matriculados en cuarto de Primaria en los 1.294 colegios valencianos que hay (tanto públicos como concertados) y a los de los 47.331 de segundo de ESO de los 679 institutos. Font de Mora calcula que, una vez concluidas estas tres pruebas -que se realizarán de manera "continuada" y con carácter anual- "se habrá evaluado a unos 130.000 alumnos" de 2.000 centros. En su opinión, ello supone "un gran esfuerzo de organización" con el que "la Comunidad se sitúa por delante de otras autonomías y se anticipa a las previsiones de la Ley Orgánica de Educación (LOE)".

Pese a que el resultado de las pruebas -que se realizan en colaboración con el IVECE (Instituto Valenciano de Evaluación y Calidad Educativa), un departamento de la Universitat de València, la inspección educativa, los centros de profesores y los servicios psicopedagógicos- Font de Mora defendió la apuesta valenciana por obtener resultados "específicos" sobre "los centros valencianos". El consejero también aprovechó la rueda de prensa para anticipar que "se han presupuestado ya 606.000 euros" para establecer un "plan de choque" de seis puntos para mejorar aquellas áreas con resultados "menos favorables, cálculo y lenguaje, donde la media fue del 7,07 y 7,17, respectivamente".

 

Font de Mora evitó, en esta ocasión, entrar en choque frontal con la oposición, los sindicatos y las federaciones de padres que consideraron "excesivos" y "complacientes" unos resultados que se han hecho "al margen del profesorado" y "sin tener en cuenta el contexto socioeconómico y familiar del alumnado".

 

Plan de choque
El "plan de choque" para elevar el resultado en cálculo y lenguaje entre los niños de 6 y 7 años se propone "incrementar el tiempo dedicado al lenguaje, de manera transversal". Es decir, en todas aquellas asignaturas -desde matemáticas, ciencias naturales, literatura o incluso educación física- y atendiendo "a la diversidad del alumnado que tenga cada centro", según aclaró ayer el director general Josep Vicent Felip. Este verano también pondrán en marcha cursos para actualizar la didáctica de los profesores y se dotará de material didáctico y pedagógico a los centros para que el alumno pueda "aprender a contar y restar manipulando elementos o fichas". También se implantarán talleres de cálculo y lenguaje y se dotará de material a las bibliotecas.

 

Por el contrario, el PSPV considera que las pruebas fueron una "chapuza" y adelantó que presentará en el Parlamento valenciano una proposición no de ley para "mejorar el procedimiento técnico de la evaluación censal de diagnóstico" y adecuarla a "los parámetros internacionales (OCDE e informe PISA) que tienen en cuenta un factor tan importante como la influencia del entorno sociocultural y familiar en los resultados académicos", precisó el secretario socialista de Educación, Miguel Soler.

 


APUNTES
El máster de la discordia

MIGUEL ÁNGEL GOBERNA
 

EL PAÍS - 09-05-2006

Todo parece indicar que, finalizada la batalla de la LOE con el nombramiento de una ministra afín, el poderoso lobby de las Facultades de Educación (FE) en el MEC que lidera el Secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, aprovechará la adaptación de las universidades al Espacio Europeo de Educación Superior para controlar la formación del profesorado en todos los niveles del sistema educativo. Por lo que se refiere al profesorado de secundaria, esa sería la consecuencia más inmediata de la puesta en marcha del "Máster de Profesorado de Educación Secundaria", única puerta de entrada a dicha profesión, cuyas directrices (http://www.crue.org/) fueron propuestas por el MEC el pasado mes de marzo.

Empezaré comentando brevemente dicho documento, que justifica así el máster: "La formación del profesorado de educación secundaria viene arrastrando deficiencias estructurales y organizativas desde los primeros pasos dados, a principios de la década de 1970, con la implantación del Curso de Aptitud Pedagógica (CAP), estructurado al margen de las enseñanzas universitarias regladas". Se critica, pues, la estructura del CAP, mientras se pretende ignorar que sucesivas generaciones de aspirantes a funcionarios docentes han considerado los contenidos ajenos a la especialidad elegida y su docencia plúmbeos, hipertrofiados y, además, teóricos al desconocer sus profesores, de primera mano, la realidad de las aulas. Pues bien, el documento asigna a tales materias -maquilladas bajo nombres tan atractivos como "aprendizaje y desarrollo de la personalidad", "procesos y contextos educativos", "sociedad, familia y educación" o "innovación docente e iniciación a la investigación educativa"- nada menos que 24 créditos ECTS (equivalentes a 240 horas en el aula y otras 360 de trabajo estimado fuera de ella) de los 60 créditos (el equivalente a un año estudios de universitarios) que deberán superar quienes hayan cursado el grado o licenciatura correspondiente a la especialidad elegida. Un síntoma de que el máster ofrece, en estos temas, más de lo mismo es la inusitada recomendación del MEC de "evitar que las enseñanzas se basen, esencialmente, en docencia no presencial" (que es lo que acabó haciéndose en el CAP con estas materias). Los 36 créditos ECTS restantes se dividen a partes iguales entre "formación disciplinar" (cuya principal fuente bibliográfica bien podría ser la revista Muy Interesante), "el aprendizaje y la enseñanza de las materias de la especialidad y afines" y un "practicum". Por lo que se refiere a los alumnos que no hayan cursado el grado o la licenciatura en la especialidad elegida, la propuesta del MEC establece que se deberá "garantizar la correcta adquisición de los conocimientos y competencias propias del título" mediante la superación del número de créditos que establecerá, para cada uno de ellos, el órgano responsable del máster (una de las FE, naturalmente), sin que dicho número pueda exceder de 60.

Sus razones han tenido las Conferencias de Decanos de las Facultades de Ciencias y de Letras (FCL) para alzar voces de alarma. En efecto, como pocos de sus futuros egresados querrán ver cerrada la puerta de acceso a la salida profesional tradicional de sus licenciaturas, muchos postgrados de las FCL se extinguirán -si es que nacen- por falta de alumnos. Y más adelante, cuando los aspirantes a profesores de secundaria constaten que pueden alcanzar su meta por dos caminos de desigual dificultad, el grado en la especialidad y el grado en magisterio (más los pocos créditos adicionales que establezcan las FE), las FCL también sufrirán una pérdida considerable de alumnos de grado. No creo que la previsible resistencia de la CRUE a los designios del MEC evite la OPA hostil de las FE sobre las FCL.

Todo esto sería una mera batalla de intereses corporativos si no tuviera consecuencias sobre la formación de nuestros jóvenes. La pregunta clave es: ¿puede enseñarse bien una materia que se ignora o se conoce mal? Si el lector cree que no, ya puede ir preocupándose por el futuro de la educación en España.

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