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LA LLEI DE QUALITAT DE L'EDUCACIÓ (2)
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Calidad, esfuerzo, excelencia,
oportunidades y otras palabras mágicas.
Parece en los últimos tiempos es
difícil oponerse a cualquier medida del gobierno, ya que éste actúa en el
interés general de España y como adalid de la modernidad, mientras que
quienes nos oponemos, sólo actuamos, en defensa de trasnochados intereses o
corporativos.
Algo de eso parece que está pasando con
la legislación sobre las prestaciones de desempleo que el gobierno se ha
apresurado a "decretar" después de hacer un ejercicio de
autonegociación. Si tenía un documento para negociar y era bueno, ¿por
qué lo modifica en el decreto? Estaba en un error o nos quiere demostrar su
flexibilidad, su capacidad de negociación, cual era su límite. Si es así
desde luego lo único que demuestra es una forma de entender la negociación
bien curiosa. El mismo interlocutor plantea la oferta y la contraoferta.
Puede resultar, pero desde luego no es negociar.
La historia parece que lleva camino de
repetirse con la Ley de Calidad. El guión es como sigue: se inicia con una
descripción calamitosa del Sistema Educativo, utilizando todos los medios
de comunicación afines (que son muchos). Se culpabiliza de todos los males
a la permisiva legislación anterior. Se repiten hasta la saciedad
resultados de encuestas que ratifican el diagnóstico, se busca una título
sonoro para la nueva legislación y se definen objetivos ampliamente
compartidos: Mejora de la calidad del Sistema Educativo, reducción del
llamado fracaso escolar, aumento del nivel de conocimientos, mejoría de la
convivencia escolar.
Ni una referencia a un sistema de
organización económico-social, que magnifica el consumo, dispersa las
familias, desprecia la cultura e individualiza el fracaso. Los parados lo
son no les interesa trabajar, y el alumnado no aprende porque no se
esfuerza. ¿Cómo podría ser de otra forma en la España de las
oportunidades?. Pero ¿Qué esfuerzo realiza la sociedad para paliar y
resolver un problema de esta envergadura?.
A nadie interesa más un sistema
educativo de alto nivel que a los sectores sociales más desfavorecidos,
puesto que el grado de desarrollo de una sociedad es directamente
proporcional a su capacidad de socialización del conocimiento.
Sin duda los objetivos que plantea el
gobierno son reconocidos como problemas por el profesorado de Secundaria.
Aunque no estaría de más realizar un análisis que vaya más allá de la
superficialidad y acote las dimensiones del problema. Para ello proponemos
un cambio de perspectiva. La percepción del profesorado no es errónea,
pero parte de un punto de vista concreto la observación directa del aula.
Si el análisis se realiza desde una perspectiva global la percepción
cambia. No es cierto que el fracaso escolar haya aumentado en los últimos
diez años, el alumnado que no obtenía el título de graduado escolar unido
al que abandonaba los estudios y el que fracasaba en los dos primeros cursos
de bachillerato era muy superior al 27% de fracaso que ofrecen las
estadísticas referidas a la E.S.O. Menos discusión ofrece el hecho de que
generacionalmente el alumnado actual tiene un nivel de conocimientos más
elevado que la generación anterior y desde luego nuestro nivel profesional
y científico es más elevado que el que se daba hace veinticinco años,
tanto en términos relativos como absolutos. Respecto del deterioro del
clima de convivencia es una realidad indiscutible, pero hace años que se
viene dando en todos los países de nuestro entorno independientemente de
las características de su sistema educativo, baste para ello analizar los
estudios que al respecto se han realizado en países como Francia, Holanda,
Alemania o EEUU. Sería éste un problema más relacionado con el proceso de
fragmentación social - al que no es ajeno el modelo económico que
padecemos- que con el propio sistema educativo.
Por tanto tras reconocer que hay
problemas, que estos son complejos, multicausales y con origen la mayoría
de las veces extraescolar, se trataría de aplicar medidas correctoras para
solucionar las lagunas de la legislación anterior y corregir los
desequilibrios generados por la ampliación del tiempo de escolarización.
Ni una sola de las medidas que propone
la ley de calidad tiende a solucionar estos problemas, sino que se limita a
exponerlos y a establecer un sistema evaluador, pero no un sistema
preventivo. Más bien se trata de aprovechar la coyuntura para introducir un
paquete de medidas reaccionarias y jerarquizantes que poco o nada tienen que
ver con los objetivos que el propio ministerio ha definido.
Existe un consenso generalizado en todos
los países de nuestro entorno en materia educativa es en torno a tres
puntos: Quienes han sido escolarizados a edades más tempranas fracasan
menos en su escolarización posterior, quienes superan la primaria sin
lagunas apenas fracasan en edades posteriores y quienes tienen un entorno
sociocultural familiar más rico obtienen un mayor rendimiento. La ley no
establece ni una sola medida referida a las primeras etapas educativas,
todas son referidas a la Educación Secundaria, etapa en la que los
problemas son fácilmente visibles pero difícilmente solucionables.
Desde nuestra inocencia ofrecemos algunas medidas que
consideramos podrían contribuir a corregir algunos de los desequilibrios
descritos, por si estamos a tiempo de que se recojan durante el debate
parlamentario, dado el carácter dialogante manifestado reiteradas veces por
la Sra. Ministra..
Una mayor coordinación entre los
servicios de asistencia social y los centros, vinculando algunas ayudas y
subvenciones a la dedicación educativa de las familias. Gratuidad total de
la enseñanza (incluidos los materiales escolares). Capacidad legal del
profesorado para exigir la colaboración educativa de las familias.
Aumento de los recursos materiales, y de
personal. Dotando a los centros de departamentos multiprofesionales para
apoyo de profesorado y las familias ante la nueva situación. Hablamos de
una mayor dotación del departamento de orientación, personal sanitario,
educadores/as, asistentes/as sociales, personal de administración y
servicios y si fuera necesario de seguridad.
Dotación de una mayor autonomía para
los centros, que incluya la capacidad para modificar programas y realizar
planificaciones autónomas que pudieran incluir todo tipo de programas de
diversificación, sin corsés ni cortapisas, aún en el caso de que ello
pudiera suponer una mayor exigencia de medios. Discriminación positiva para
aquellos centros que escolaricen alumnado de especial dificultad.
Solución inmediata a la situación de
precariedad del profesorado interino (que en la actualidad supone más de un
tercio de la plantilla), arbitrando medidas extraordinarias que le permitan
el acceso a la Función Pública, definiendo un sistema de acceso que evite
la repetición de la problemática actual. Estímulo del profesorado
mejorando sus condiciones tanto económicas como profesionales (licencias
por estudios, becas para formación, reconocimientos de proyectos
educativos). Reconocimiento de la función tutorial. Negociación con las
Universidades que establezca mecanismos de participación efectiva del
profesorado con experiencia en la formación de los nuevos profesionales y
un sistema de acceso normalizado del profesorado a las Universidades.
Las que plantea el gobierno son bien
diferentes, y desde luego más baratas Contra el fracaso esfuerzo y
sacrificio. Medidas selectivas, que acumularán al alumnado con más
dificultades en los niveles más bajos, para luego expulsarles del sistema.
Con ello a medio plazo tendrá menos alumnado en el segundo ciclo de la ESO
y especialmente en el bachillerato, disminuyendo así la nómina de
profesorado.
Medidas segregadoras que afectaran al
alumnado y al profesorado. Adjudicando de facto las plazas de bachillerato
con carácter permanente al cuerpo de catedráticos, que se presenta como
una posibilidad de carrera docente Pero que en realidad no superará un 25%
de la plantilla, que ya estaría prácticamente copado. Lo cierto es que la
mayoría del profesorado que ha accedido en los últimos años, no solamente
no tendrá la posibilidad de acceder a la universidad, sino tampoco al
bachillerato. Cerrándosele así no pocas perspectivas.
Medidas jerarquizantes: Se recrea el
cuerpo de catedráticos, con prebendas de todo tipo y se establece un cuerpo
de directores, sin vinculación democrática con el conjunto de la comunidad
escolar. El Director (el texto no hace ninguna referencia a las directoras)
es el representante de la Administración -a ella le debe el cargo- y queda
desvinculado de la función docente, con prerrogativas sancionadoras
unilaterales. Alguien debería explicar que tiene que ver el cuerpo de
catedráticos/as y la vuelta a las direcciones franquistas con el fracaso
escolar en la ESO.
De paso se trasladan textualmente al BOE
las reivindicaciones de la Conferencia Episcopal sobre la asignatura de
religión. Problema éste que, como se sabe, tenía hondamente preocupada a
la comunidad educativa. De paso se aprovecha para dar cobertura legal y
perspectiva de futuro a los conciertos de educación infantil.
En definitiva en nuestra modesta,
retrógrada y corporativa opinión aprovechando el ruido se nos ofrece un
modelo educativo cuyo objetivo es reducir el número de alumnos y alumnas
que estudien bachillerato y que asistan a la Universidad, con una doble
intención, favorecer una educación elitista y selectiva, y ahorrar a medio
plazo recursos económicos dedicados a la educación. Al tiempo se mantiene
un sistema asistencial –adjudicado al sector público- y se deja el camino
expedito a la enseñanza privada y católica para recuperar el terreno
perdido en materia educativa en los últimos veinticinco años.
Otros permanecemos anclados en el
pasado, estamos convencidos que la humanidad sólo avanzará si el
conocimiento se socializa, si el espíritu crítico alcanza a todos y todas,
en caso contrario no hay futuro. Por ello aún reconociendo las dificultades
y a veces los errores estamos convencidos que hablar de educación, es
hablar de la humanidad y del sentido de la vida... De educar para apreciar
la belleza, para vivir y convivir con los otros, pero sobre todo, de educar
para la libertad, de educar para la democracia y la justicia, de educar para
la dignidad humana.
Antonio Ñacle García
Presidente de la Junta de Personal de Alicante
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Oviedo, 8 de
mayo de 20002
Consejeros pertenecientes a los Consejos
Escolares Autonómicos de Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias,
Cantabria, Castilla León, Castilla La Mancha, Cataluña, Comunidad
Valenciana, Euskadi, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, Navarra y del
Estado reunidos en Oviedo con ocasión de los XIII Encuentros de Consejos
Escolares Autonómicos y del Estado, después de haber estudiado el
denominado Documento de Bases para una Ley de la Calidad de la Educación
MANIFIESTAN
1.- La ausencia de un análisis riguroso
para definir los problemas existentes, conocer las causas y realizar
propuestas, todo ello agravado por la falta de un debate ordenado con las
organizaciones legitimadas de la comunidad educativa, así como la
inexistencia de una memoria económica que haga viable la realización de
las propuestas.
2.- En el documento presentado por el
MECD no existen respuestas adecuadas para solucionar los problemas y
dificultades existentes en la educación de nuestro país, por el contrario
lo que en el documento se propone los agravarían y causarán otros nuevos.
3.- La indefinición sobre el rango
legislativo de las propuestas ministeriales pone de manifiesto que el
Ministerio está actuando desde la improvisación e intentando satisfacer
los intereses partidistas de los sectores religiosos y empresariales de la
enseñanza.
4.- La falta de respeto constitucional a
las comunidades autónomas, una vez transferidas en su totalidad las
competencias educativas, al presentar el Documento de Bases para una Ley de
Calidad de la Educación sin la consulta previa y el consenso necesario.
5.- El incremento del gasto público
para satisfacer las demandas del sector privado en educación infantil es
inasumible, máxime cuando está desligado del legítimo control social y
sin que se modifique la actual normativa de admisión del alumnado.
6.- La segregación de los alumnos y
alumnas que propone el Documento de Bases supone un retroceso y una vuelta a
etapas no democráticas anteriores a la Ley del 70, iniciando la exclusión
de un sector importante de la población escolar. Estos mecanismos
producirán en los centros grupos de alumnos y de alumnas con un alta
potencialidad de conflictividad y de deterioro de la convivencia.
7.- En el Documento, la participación
queda relegada a una función meramente burocrática por lo que se exige
potenciar y desarrollar la participación en el gobierno de los centros por
parte de la comunidad educativa porque el hecho educativo ha de ser
colegiado o está condenado al fracaso.
Por todo ello
EXIGIMOS
La paralización del proceso iniciado
con la presentación ante los medios de comunicación del Documento de Bases
y el comienzo de una discusión serena con la comunidad educativa, con
presencia de las comunidades autónomas, a fin de lograr un pacto social y
de estado en el que se establezca un núcleo básico y la declaración de la
primacía de la escuela pública como servicio fundamental para nuestra
sociedad, evitando cualquier propuesta que se asiente en planteamientos
partidistas inadecuados en el momento actual y contradictorios con las
conclusiones aportadas en este XIII Encuentro de Consejos
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Ley de Calidad y
comprensividad
Terminar con la comprensividad y
adelantar el momento decisivo en que el alumnado deba ser incorporado a
itinerarios educativos que le conduzcan a niveles de formación diferentes
parece ser el objetivo prioritario que la Ley de Calidad se propone. Esa es
su idea de mejorar nuestro Sistema Educativo.
Y es que la comprensividad está siendo
acusada por nuestras máximas autoridades educativas de constituir una
utopía pasada de moda y ser la máxima responsable de la escasa calidad que
dispensa nuestro sistema educativo desde la implantación de la LOGSE.
Es frecuente, a la hora de valorar
calidad educativa en general y la de cualquier sistema educativo en lo
concreto, considerar que aquélla se da sólo cuando el rendimiento
académico es notable. En consecuencia, cuando los resultados escolares,
entendidos como académicos, no son los deseados, se niega sistemáticamente
que exista rastro alguno de calidad.
Este punto de vista no es exclusivo de
nuestro contexto. Investigadores como Beare, Caldwell y Millikam (Creating
and Excellent School. 1991:46, New York) señalan cómo "muchos
temen de una manera real la degradación progresiva de los estándares
académicos en un tiempo en el que la competitividad de su país, en un
mundo tan comercial y tecnológico como el nuestro, está siendo seriamente
cuestionada".
No obstante, no cabe identificar
exclusivamente un descenso de la calidad educativa con la obtención de unos
resultados académicos inferiores a los que se produjeron en tiempos en los
que el sistema educativo no contemplaba como meta irrenunciable el de
dispensar a toda la población escolar unos objetivos básicos de cultura y
unas capacidades necesarias para su incorporación a la sociedad en
condiciones de igualdad.
Desde esta perspectiva, como señala
Martín-Moreno (La Organización de Centros Educativos en una Perspectiva
de Cambio.1996 :217. Madrid) "no cabe identificar el descenso
del nivel que se ha producido en los sistemas educativos que han
implementado la escuela comprensiva con un descenso en la calidad de la
enseñanza, sino con la imposibilidad de conseguir extender los niveles
académicos obtenidos por un pequeño porcentaje de estudiantes –seleccionados
desde la doble perspectiva intelectual y socio-cultural- que cursaba la
Enseñanza Secundaria en la primera mitad del siglo XX, a la práctica
totalidad de la población adolescente".
Ése era, precisamente, el gran reto que
se planteaba la LOGSE: hacer extensiva a la mayor parte de la población la
educación que, hasta entonces (segunda mitad del siglo XX), había
constituido el patrimonio de unos cuantos con mayor capacidad intelectual o
con una mejor situación socio-familiar.
Claro está que conseguir esta meta no
es apostar por un sistema comprensivo sin más, sino establecer también las
medidas curriculares y organizativas correspondientes en los centros
educativos que hagan posible atender a la diversidad del alumnado. Esta es
la única vía para desarrollar adecuadamente la educación comprensiva..
Si con el mismo celo que desde la actual
Administración Educativa se han buscado fallos a la LOGSE en sus pilares
fundamentales (la comprensividad es uno de ellos) se hubiesen impulsado los
cambios necesarios y se hubieran dispuesto los recursos humanos y
económicos suficientes para el desarrollo de esta ley, es muy probable que
se habrían conseguido mejoras cualitativas importantes en la educación que
se dispensa a toda la población de esta sociedad nuestra, la del estado de
bienestar en el que teóricamente nos encontramos.
De haberse reducido las ratio
profesor-alumnado para hacer de verdad posible la aplicación de
Adaptaciones Curriculares que necesita el alumnado con necesidades
educativas especiales, ¿No habría sido posible una educación comprensiva,
a la vez que se atendía a la diversidad?
¿Qué habría ocurrido de haber
dispuesto los centros educativos de auténtica autonomía para implementar
Desarrollos Organizativos que hicieran posible una verdadera
contextualización del currículo, en vez de establecerse desde modelos
tecnocráticos de diseño?
¿ Acaso no mejoraría la E.S.O. de
haber voluntad clara en la Administración para preparar técnicamente
equipos docentes que atiendan con continuidad los programas específicos del
Plan de Atención a la Diversidad?
En fin,... ¿Qué sucedería si el
presupuesto destinado a Educación en nuestro país aumentara hasta alcanzar
el que destinan aquellos otros países de nuestro entorno con los que se nos
compara utilizando, eso sí, datos estadísticos interesados?
Estas interrogantes a más de uno nos
plantean serias dudas sobre la responsabilidad de la calidad educativa. Y la
reflexión nos lleva a pensar que más bien sea la falta de recursos
suficientes de la que adolece nuestro sistema educativo, y no la
comprensividad misma, la causa de la supuesta infravaloración de nuestro
sistema educativo, situado "estadísticamente" por debajo de otros
países próximos en cuanto al rendimiento académico de nuestros
adolescentes (como nos cuentan nuestras autoridades).
Miguel A. Gil Benedí. (del Secretariado del
STE-Rioja)
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Comunicado de las
Asociaciones del profesorado de tecnología
"Asociaciones del Profesorado de
Tecnología muestran su desacuerdo sobre el Documento de Bases para una Ley
de Calidad de la Educación"
Las Asociaciones Territoriales del
Profesorado de Tecnología reunidas los días 16 y 17 de marzo de 2002, en
Madrid, muestran su desacuerdo con el "Documento de Bases para una Ley
de Calidad de la Educación" en lo que respecta al tratamiento que
concede a la formación tecnológica.
Por un lado, se reconoce la importancia
y necesidad de la formación en Tecnología para los ciudadanos de la
sociedad del siglo XXI; y, por otro, se impide y limita el acceso a esta
formación a gran parte del alumnado, porque:
-
Se olvida su mención explícita en las áreas de
Educación Primaria.
-
Se elimina como asignatura común en segundo ciclo
de la Educación Secundaria Obligatoria.
-
Se margina de la formación básica en las
diferentes opciones con Orientación Científico Tecnológica.
-
Se excluye su participación en la formación
general y común en el Bachillerato.
Esta evidente contradicción refleja un
profundo desconocimiento y un claro desinterés por la Educación
Tecnológica.
Plataforma Estatal de Asociaciones del
Profesorado de Tecnología
APTEA (Aragón); As. Agustín de Betancourt (Canarias); APTC (Cantabria);
APTC (Cataluña); APTCR (Ciudad Real); APETEGA (Galicia); APTE (Madrid);
ATECMUR (Murcia); APTENA (Navarra); APTT (Toledo); APTEVA(Valladolid); APTEZ
(Zamora).
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No pasará la
reválida
Les importa un bledo lo que hicieron sus
antecesores, que deshacen a la primera de cambio; quieren imprimir su sello
personal, lanzar alguna iniciativa singular o algún programa estrella que
les dé brillo, aunque poco importa que se queden a mitad de camino o sean
polémicos, con tal que se hable de ellos y obtengan ruido mediático.
Lanzan promesas con gran revuelo, que luego incumplen sistemáticamente;
aunque, eso sí, siempre encuentran justificaciones para todo; y, si no
cuelan, vuelven otra vez a la carga con otras nuevas promesas. Suelen
mantener una relación autista con la realidad; y gozan de escasa
sensibilidad y capacidad para escuchar y aprender de lo que hace, siente y
piensa el profesorado. Quieren hacer maravillas con escasos recursos y hasta
con coste cero. Subvencionan algunos proyectos innovadores, pero cuando
éstos empiezan a funcionar, se corta la ayuda y no hay manera de
renegociar, aunque los resultados sean satisfactorios. De tanto en tanto,
suministran artefactos tecnológicos a las escuelas, pero no dan ni tiempo
ni formación al profesorado para sacarles el máximo provecho educativo.
Desatienden y contribuyen al deterioro
de la escuela pública, porque no creen en ella y sus hijos suelen ir a la
escuela privada. Disponen de un discurso retórico y muy manido sobre la
importancia crucial del profesorado, pero, en la práctica, desconfían de
él, se ocupan poco y mal de su formación y nada hacen para su
dignificación. Tienen demasiada prisa para mostrar su protagonismo y, por
eso, improvisan una batería de medidas inconexas, sin estudios ni
diagnósticos previos de la situación, algo que requiere tiempos de
reflexión y sosiego de escasa rentabilidad política. No aceptan la
diversidad de proyectos y modelos pedagógicos, por miedo a que se les
escapen de su control; por eso, ofrecen el café para todos, aunque los
contextos, las necesidades y las demandas sean totalmente distintas. Piden
papeles y más papeles, colonizando burocráticamente los centros y robando
tiempo a los equipos docentes para que puedan hablar de pedagogía y
reflexionar sobre su práctica. Tienen especial habilidad para escenificar a
su medida consultas y debates virtuales y presenciales, pero se les ve el
plumero, porque son demasiado autoritarios y reacios a la democracia
participativa. Son tan listos y prepotentes, que no precisan de acuerdos
sociales ni de consensos políticos; y hasta se atreven a pronosticar
quiénes se movilizarán contra sus propuestas educativas y, naturalmente, a
descalificarlos. Arrojan globos sonda continuos e informaciones
fragmentarias, porque su interés no es clarificar y promover el debate
público, sino provocar la ceremonia de la confusión.
Supongo que a estas alturas del relato,
queridos lectores y lectoras, ya habrán adivinado que nos estamos
refiriendo a las Administraciones educativas y a sus responsables. Y, por
ejemplo, pongamos que hablamos del Ministerio de Educación que preside
Pilar del Castillo. Un Ministerio que, a juzgar por el diagnóstico que hace
de la educación, confundiendo selección y examen con calidad,
difícilmente pasará la reválida. Más le valdría no marear la perdiz con
tanta legislación, estudiar más en serio eso del fracaso escolar, conceder
más recursos al profesorado y a los centros, y aplicar otras medidas de
calidad de verdad. Aunque esto va a resultar difícil, porque Pilar del
Castillo quiere pasar a la historia como la ministra de la contrarreforma.
Jaume Carbonell Sebarroja, director
Cuadernos de Pedagogía 311,
març 2002
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Empeorar la LOGSE con la Ley de
Calidad.
De Operación ‘Triunfo’ a Operación "rescate de
esencias del franquismo".
Cada vez todo es más efímero. Las
noticias se queman en un par de días, las novedades apenas resisten una
semana, la fama dura una quincena,... y las leyes educativas no superan una
década.
Cuando nació la LGE lo hizo sin
financiación, y malvivió casi un cuarto de siglo, tratando de modernizar
el sistema educativo. La presentación de la LOGSE vino acompañada de un
presupuesto hipotético, que con el paso de los años se redujo a la mitad.
Y, sin embargo, ni el PSOE en sus últimos años de gobierno, ni la media
docena de años que lleva la derecha en el poder han servido para que se
revitalizara su puesta en marcha cumpliendo los compromisos financieros,
adquiridos con la sociedad española por el Parlamento que la aprobó, para
llevar a buen término los objetivos previstos.
Los mismos que hasta hace poco hablaban
de las excelencias y competitividad de nuestra juventud formada en las aulas
y de las bondades de nuestro sistema educativo, hoy se dedican a hacer
catastrofismo para justificar las nuevas medidas. Y, en plan didáctico,
aprovechando el tirón televisivo de operación "Triunfo", hablan
de la ‘reválida’ que han tenido que superar Rosa, Bisbal, Bustamante o
Chenoa en "la" Academia... (de pago, por supuesto). Así pues, a
los valores predominantes en nuestra sociedad, como el triunfo fácil y la
fama, se le suma ahora la reválida, otro requisito para alcanzar la gloria.
El coro ha comenzado su actuación. A
las voces solistas de los políticos del PP, apoyados con sordina por
Coalición Canaria, se une el contrapunto de algunos del PSOE e IU, y de
fondo suena un coro de apoyos gremiales de asociaciones que parecen
resucitar de la noche de los tiempos, como la ‘de catedráticos de
bachillerato’ u otras de corte similar, que han representado las esencias
de las más rancias concepciones sobre la educación. Y, les juro, que
aunque tengo unos gustos musicales amplios y variados, no me agrada en
absoluto esta melodía: la letra, me resulta conocida, aunque tiene un
cierto ‘aggiornamento’ ya que se le reviste del atrevido título
"de calidad", y la música, parece que sigue la partitura de los
coros y danzas de la sección femenina que acudían cada 1º de mayo, día
de San José Artesano, al estadio de Chamartín, a los actos presididos por
el Dictador Franco. ¡Una auténtica pesadilla este retroceso en el túnel
del tiempo!
¿Cuáles son los males que se intentan
corregir? Al parecer, el estrepitoso fracaso escolar académico, -del
fracaso social, ni hablar-, así como los múltiples desajustes que ha
propiciado la LOGSE: promociones automáticas, café para todos hasta los 16
años, indisciplina en las aulas y consiguiente pérdida de autoridad del
profesorado, múltiples solicitudes universitarias, escasa preparación y
competencia de nuestra juventud respecto a la media de la UE,...
¿Cuáles son las soluciones que se
proponen? Hay que recuperar elementos fundamentales de selección que tenía
nuestro sistema educativo, como la reválida, al final del Bachillerato (y
tal vez en otros momentos), adelantar en dos años la selección, y que el
alumnado decida el itinerario a seguir (o lo que es lo mismo, la
cualificación profesional que va a obtener en el sistema educativo):
bachillerato, formación profesional, inserción laboral, garantía
social,..., eso sí, se supone que en el caso de que, después de repetir
varias veces, pudiera llegar a tomar esa decisión antes de una edad
prudente para abandonar el sistema educativo.
¿Hay una relación causa-efecto entre
males y remedios propuestos? Evidentemente, no; puesto que los buenos
alumnos seguirán adelante, eso sí, con menos estorbos y un posible mejor
aprovechamiento, puesto que entran en el club de los selectos (3 de 16
elegidos, entre varios miles que se presentaron al ‘casting’. Tres
universitarios, 13 de formación profesional –privatizada, por supuesto-,
y el resto, muchos miles, que se busquen la vida mediante una vía rápida
de inserción laboral o un entretenimiento en garantía social).
Pero, claro, seguramente es que soy muy
mal pensado y no había tenido en cuenta que se va a realizar una detección
precoz de los problemas desde la infancia, que se va a poner mucho más
profesorado para realizar una atención personalizada a los chicos y chicas
que está previsto que fracasen, para que no lo hagan y no nos fastidien la
media respecto a Europa, o que los centros públicos van a ser dotados de
los medios necesarios para alcanzar esa tan ansiada calidad, o que las
sustituciones del profesorado de baja se van a cubrir prontamente, o que los
centros van a contar con plantillas estables, o que para la resolución de
los conflictos se va a contar con otros medios diferentes a la apertura de
expedientes, o que la oferta pública va a ser de auténtica calidad y no
subsidiaria de los excedentes fracasados en la enseñanza privada
concertada, o que la creciente inmigración va a contar con medidas
positivas de integración escolar y social, o que la oferta de ocio y tiempo
libre y las actividades complementarias van a aumentar y a convertirse en un
polo de atracción deseado por la juventud,... estoy seguro, que todo esto
va a venir con la anunciada Ley de Calidad. Por eso, ¿para qué
preocuparnos de una simple reválida, que, además, va a ser garantía de
triunfo?
Manuel Marrero Morales (Maestro)
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MEJORAR LA ESO:
CUESTIONES PARA EL DEBATE
La Federación de Movimientos de
Renovación Pedagógica de Madrid quiere proponer determinadas cuestiones
que nos parecen ineludibles para un debate fructífero sobre la enseñanza
obligatoria en su etapa secundaria:
-
No mezclar el debate sobre la mejora de la
Enseñanza Secundaria Obligatoria con el debate de la mejora de la
Educación Secundaria postobligatoria: Bachillerato y Formación
Profesional.
-
La ESO no se puede reducir a mera instrucción en
las disciplinas tradicionales. Es, sobre todo, educación, que es
mucho más que instrucción.
-
Éticamente, la ESO no puede ser selectiva. El
Estado no tiene derecho a someter al alumnado de la educación
obligatoria a un proceso de selección y de clasificación
exclusivamente en base a la asimilación de unos conocimientos definidos
arbitrariamente por la Administración, los libros de texto y los
profesores como LA CULTURA impuestos autoritariamente (legalmente).
-
Las medidas de mejora de la ESO deben tener en
cuenta todos los fines de la educación básica: a) aprender por sí
mismos a conocer; b) aprender por sí mismos a ser y vivir con dignidad
como personas; c) aprender por sí mismos a convivir como ciudadanos del
mundo críticos y responsables; d) aprender por sí mismos las
competencias profesionales básicas; e) aprender por sí mismos a
conservar el medio ambiente.
-
Todos coincidimos en reconocer como problemas de la
ESO: la desmotivación, las dificultades de convivencia y de
aprendizaje, la indisciplina y el fracaso escolar. Pero no contamos con
un diagnóstico fiable de las causas de origen familiar, social,
étnico y escolar que generan esos problemas. Sólo contamos con
hipótesis superficiales del sentido común: la culpa es del alumnado,
de las familias, de los profesores, de la sociedad, de la ley. ¿En qué
argumentos se apoyan estas hipótesis? ¿Existen investigaciones fiables
al respecto? Si no conocemos la influencia real de estas causas ¿cómo
podemos proponer medidas eficaces de mejora que las ataquen en su raíz?
-
En muchos países de nuestro entorno cultural se
están realizando numerosas investigaciones sociológicas que llegan a
la siguiente conclusión: el contenido y la metodología del currículo,
las prácticas de los profesores, la organización escolar, el
autoritarismo y la falta de democracia en la escuela son factores
decisivos en la producción de la desmotivación, de la indisciplina, de
las dificultades de aprendizaje y del fracaso escolar. ¿Quiénes han
investigado esto en nuestro país? ¿Sabe alguien cómo influyen estos
factores en el fracaso escolar de nuestro alumnado? Si no lo sabemos,
¿cómo podemos proponer medidas de mejora que eliminen la incidencia de
esos factores?
-
¿Cuáles son los conocimientos y los aprendizajes
fundamentales y básicos, realmente imprescindibles y necesarios para
que la ESO responda a su doble carácter terminal y de preparación para
etapas formativas posteriores y garanticen a todos un logro aceptable de
los fines educativos? Para determinar esos conocimientos, sería muy
útil ponernos en la situación de los alumnos de la ESO. ¿Qué
ocurriría si nos sometieran a todos los titulados superiores,
profesores de instituto y universidad, administradores de la educación,
políticos, periodistas a un examen de reválida de los conocimientos y
aprendizajes que exigimos al alumnado de la ESO, para mantener nuestros
puestos de trabajo? ¿Cuál sería nuestro índice de fracaso?
¿Superior, igual o inferior a los de la ESO?
-
Supuesta la definición rigurosa de los
conocimientos y aprendizajes básicos y fundamentales de la ESO, ¿es
más adecuado y eficaz organizarlos en un currículo como sistema de
múltiples disciplinas autónomas o como un currículo integrado en
cuatro o cinco áreas de conocimiento mediante unidades y proyectos
globalizados e interdisciplinares?
-
¿No mejoraría la ESO, si se preparara a los
profesores como especialistas en educación secundaria y como
especialistas de área?
-
¿No mejoraría la ESO, si el alumnado tuviera sólo
cuatro o cinco profesores de referencia en vez nueve o diez?
-
¿No mejoraría la ESO, si un mismo equipo reducido
de profesores de área acompañaran al alumnado a lo largo de toda la
etapa?
-
Muchos padres tienen que ayudar a sus hijos de
educación infantil, primaria y secundaria para que logren los
aprendizajes escolares; los más pudientes les ponen profesores
particulares; otros los envían a las academias. ¿Qué pasa con los
padres que no puede ayudarles ni pagarles clases particulares?
-
¿No mejoraría la ESO, si se sustituyeran los
libros de texto por materiales didácticos multidisciplinares y
multimedia, que incorporaran las nuevas tecnologías, y por otros
materiales más flexibles y versátiles para garantizar los
conocimientos básicos y fundamentales?
-
¿Se garantiza la igualdad de oportunidades, si los
materiales didácticos están exclusivamente elaborados con los códigos
culturales y lingüísticos de las clases y familias instruidas? ¿No
deberían incluir los materiales didácticos las experiencias y los
códigos culturales y lingüísticos de los destinatarios, que corren el
riesgo de fracaso escolar por su origen familias, social y étnico?
-
La ley de calidad debe ir acompañada de una ley de
presupuestos para: a) mantener al día la investigación sobre las
causas del fracaso escolar y demás problemas de la ESO; b) elaborar
currículos integrados; c) elaborar materiales didácticos multimedia e
interdisciplinares; d) realizar proyectos de innovación y de mejora en
la línea de lo que venimos apuntando; e) formar profesores
especialistas en educación secundaria y especialistas de área.
Todos estos temas nos preocupan y
queremos decir que si estas cuestiones, además de otras que ya se están
tratando, no se plantean explícitamente en el debate de la ley de calidad y
no se les dan respuestas argumentadas, sospechamos que las reformas que se
proponen no sólo no solucionarán los problemas de la ESO, sino que los
agravarán.
Madrid 7 de febrero de 2002
Julio Rogero
Presidente de la Federación de MRP de la Comunidad de Madrid
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Propuestas de CEAPA para el debate Educativo
Situación educativa
El Ministerio de Educación ha anunciado para
"dentro de unas semanas" la presentación del proyecto de Ley de
Calidad de la Educación. Ante la importancia de las reformas que,
previsiblemente, introducirá en el actual sistema educativo, algunas de las
cuales han trascendido ya a los medios de comunicación, la Junta Directiva
de CEAPA considera oportuno abrir un periodo de debate para fijar los
criterios, a partir de los cuales sea factible la movilización social en
defensa de la calidad de la educación para todos los escolares.
A pesar de que el Ministerio no ha facilitado ningún
documento a las organizaciones de los diferentes sectores de la comunidad
educativa para su conocimiento, debate y posicionamiento, las comparecencias
de los responsables ministeriales, y de manera muy significativa las que ha
realizado en los últimos días el Presidente del Gobierno, nos advierten de
que estamos en el inicio de un cambio en profundidad de todo el sistema
educativo.
Si a principios del pasado año, la Ministra manifestaba,
en una reunión con miembros de la Junta Directiva de CEAPA, que
presentaría una Ley de Calidad que, sin cambiar sustancialmente la LOGSE,
introduciría algunas correcciones al sistema para atajar lo que a su
criterio eran disfunciones, sin embargo, en la última reunión mantenida
hace tan sólo unos días, se manifestó radicalmente en contra de la LOGSE,
a la que tachó de "ser una ley demasiado cara y de una complejidad
excesiva e innecesaria". En estos momentos el Gobierno afirma sin
paliativos el rotundo fracaso del sistema y la imperiosa necesidad de
cambiarlo radicalmente. Sistema que, por otra parte, es menester recordar,
completará este mismo curso su implantación generalizada, aunque aún hay
alumnos de ESO que están escolarizados en centros de Primaria.
Es imprescindible hacer un diagnóstico objetivo de los
problemas que, evidentemente, se están produciendo en nuestro sistema
educativo, para poder establecer las medidas necesarias que permitan
superarlos con el objetivo de seguir progresando en una educación de
calidad, sin renunciar, de ninguna manera a la defensa de los importantes
avances que en Educación se han producido desde la implantación de la
LOGSE.
Principios y objetivos que orientan la reforma del Ministerio
A pesar de que el Gobierno pretende legitimar su reforma
a partir de criterios fundamentalmente técnicos para avanzar en la calidad
de la educación, es preciso poner de manifiesto que los motivos reales son
estrictamente ideológicos y basados en una visión retrógrada y
segregadora de la educación. Así:
-
Renuncian a la equidad y a la excelencia de la educación para todos.
La educación entendida, no como un derecho social básico que
fundamenta la igualdad de oportunidades, sino como instrumento de
promoción individual a partir de las capacidades intelectuales,
económicas y sociales de cada uno.
-
Hacen dejación de las responsabilidades del Estado en la prestación
efectiva del servicio público educativo, desentendiéndose de las
condiciones reales en las que opera el proceso educativo, para centrarse
en la determinación de los requisitos que deben superarse para la
promoción del alumnado en las distintas etapas educativas. Para esta
concepción, el único indicativo de la calidad radica en el
establecimiento de controles de promoción uniformes que seleccionen lo
más tempranamente posible a los alumnos para que, a partir de su
diferenciación, sigan procesos irreversibles que predeterminen su
ubicación social.
-
Enfatizan la libertad de las familias para que, a partir de sus
niveles culturales, económicos y sociales, asuman toda la
responsabilidad de la promoción educativa de sus hijos.
-
Promueven una doble dualización del sistema educativo. La primera,
mediante la configuración de dos redes de centros que escolaricen
según el origen social, económico, cultural o territorial; y una
segunda dualización entre una educación básica obligatoria residual
que tiene su salida en el mercado de trabajo de baja cualificación
profesional y una educación selectiva para la minoría que está
destinada a "liderar el progreso de la nación".
-
Entienden la diversidad como una carencia permanente ante la cual la
educación debe adaptarse sin intentar cambiarla, en vez de aceptar la
diversidad como un valor positivo de carácter universal que nos hace a
todos diferentes. La primera tiende a reducir a la población escolar en
dos grandes grupos estigmatizados como "los normales" y
"los otros". La segunda tiene en la atención a la diversidad
uno de les ejes centrales del proceso educativo para dar a cada alumno
aquello que necesita para optimizar y reconducir sus capacidades.
-
Renuncian a la promoción del alumnado que se encuentra en situaciones
de precariedad. Renuncia que justifican por los escasos resultados en la
integración social y educativa de este alumnado.
1.1 Las estrategias del Ministerio en la implantación de
la "contrarreforma"
Los principios ideológicos que inspiran la Ley de
Calidad no se explicitan para justificar los cambios que se pretenden
introducir, sino que, por el contrario, los argumentos utilizados son
básicamente los tres siguientes:
Ante estos argumentos debemos manifestar:
-
La extensión de la escolarización obligatoria hasta los 16 años es
irrenunciable y no debería comportar la reducción de contenidos de
manera generalizada para todo el alumnado si la atención a la
diversidad se realizara con los recursos personales y materiales
requeridos. Es evidente que ampliar la universalización de la
educación conlleva mayores dificultades en la medida que aumenta el
número y la edad de los alumnos escolarizados. Inconvenientes que son
insalvables si en lugar de implantar un sistema flexible y adaptado a
cada alumno, como se preveía en la LOGSE, se impone un sistema uniforme
y rígido para todos los alumnos y no se disponen de los medios para dar
respuestas adecuadas a la gran diversidad de actitudes y aptitudes del
alumnado.
-
La interpretación peyorativa de la "promoción automática"
nos la presentan desligada del proceso educativo, como si el alumno
promocionara de curso en curso simplemente por una cuestión de edad,
como si no existieran ni objetivos, ni evaluación, ni procedimientos de
recuperación.
-
Está más que justificado sospechar que es el mismo Ministerio de
Educación el que más interés tiene en resaltar y promover el fracaso
educativo. Los informes sobre el fracaso escolar no son concluyentes y
en muchos casos, incluso contradictorios. Y en cualquier caso si lo
hubiera, seria necesario determinar las causas reales que lo originan.
-
Las reivindicaciones de los distintos sectores de la comunidad
educativa no son nuevas por cuanto las expectativas son muchas, además
de diversas, e incluso basadas en intereses contrapuestos. A pesar de
ello, la Ministra de Educación reitera una y otra vez que en buena
parte los cambios que se pretenden introducir van en la dirección de
las sugerencias que le formulan los profesores. Por el contrario la
realidad es que los responsables ministeriales no han impulsado ningún
procedimiento de participación y consenso con las organizaciones
sindicales, ni con los MRPs ni con la CEAPA. En las escasas reuniones
mantenidas con la Junta Directiva de CEAPA, nunca se nos ha facilitado
ningún documento sobre las propuestas o las directrices de la Ley de
Calidad; su único interés radicaba en que les enumeráramos problemas
sin que les importara demasiado las causas que a nuestro entender
pudieran originarlos. Por otro lado, el Ministerio ha promovido
distintos foros y encuentros con sectores del profesorado que desde hace
años se han manifestado en contra de la LOGSE y de manera muy especial
en contra de la escolarización obligatoria hasta los 16 años.
En estos momentos, el Ministerio sigue una estrategia
perfectamente planificada tendente a reducir al máximo la contestación
social a sus reformas. Sus elementos claves son:
-
Crear el máximo alarmismo social para legitimar cambios en
profundidad en todo el sistema educativo, en especial en las etapas de
escolarización obligatoria. Se publicita a través de los medios de
comunicación informaciones tendenciosas, referidas en la mayoría de
los casos a los centros públicos, sobre: el fracaso escolar, la
conflictividad y la violencia en las aulas, y la degradación de la
convivencia escolar. Culpabilizan a los centros educativos de todos los
desajustes sociales y conductuales que atribuyen a la juventud y su
incapacidad para solucionarlos. Se pretende generar una demanda social
generalizada de reforma para legitimar "su reforma".
-
Se propugna la participación y el debate de los sectores de la
comunidad educativa pero en la práctica se imposibilita toda
participación real. Como se hizo en la tramitación de la LOU, mucho
nos tememos que se impondrá la mayoría parlamentaria del Gobierno, sin
que sean tenidas en cuenta los criterios de los sectores afectados.
-
Se mantiene en el máximo secretismo el proyecto de Ley, y se
dosifican convenientemente informaciones parciales a través de los
medios de comunicación con la finalidad de dirigir y condicionar la
respuesta social a sus propuestas. En este sentido las informaciones
facilitadas sobre la implantación de la prueba de revalida al finalizar
el bachillerato ha relegado a un segundo plano otras cuestiones, si cabe
más trascendentales, como la segregación del alumnado en la secundaria
obligatoria, la burocratización de la función directiva y la pérdida
de democracia en la configuración de los equipos directivos.
-
Principios básicos para una educación de calidad para todos
La Confederación Española de Asociaciones de Padres y
Madres de Alumnos (CEAPA) considera que la mejora de la calidad del sistema
educativo ha de ir ligada al concepto de equidad, proyecto social cargado de
dignidad al que no podemos renunciar. El sistema educativo pues, debe
atenerse a los siguientes principios para garantizar la calidad y la equidad
de la educación:
-
La escolarización obligatoria y gratuita hasta los 16 años en un
sistema común, generalista e integrador, pues es un avance
irrenunciable para una sociedad más justa, culta y equitativa.
-
Una evaluación aplicada a todo el sistema educativo y no solo a los
resultados académicos del alumnado que tenga en cuenta los
condicionantes diferenciales y que posibilite la adopción de las
medidas correctoras pertinentes, con la finalidad de superar las
dificultades.
-
Un sistema de escolarización del alumnado que no permita a ningún
centro sostenido con fondos públicos seleccionar ni discriminar a los
alumnos por motivos étnicos, culturales, religiosos, económicos o
territoriales y que garantice la heterogeneidad dentro de los centros.
-
La participación de la comunidad educativa, a través de
procedimientos democráticos, en la programación, dirección y gestión
de los centros educativos.
-
Propuestas para mejorar la educación
3.1 Educación Infantil:
-
Garantizar, independientemente del centro en el que se imparta la
etapa, EI o CEIP, las necesidades cognitivas, psicológicas y físicas
del alumnado.
-
Educación Obligatoria:
Propuestas generales:
-
Incorporar profesorado de apoyo especializado y distintos
profesionales en equipos multidisciplinares que garanticen el correcto
diagnóstico y la adecuada atención a la diversidad del alumnado, dando
apoyo tanto a los tutores como a las familias de los alumnos a lo largo
de todo el proceso educativo.
-
Establecer mecanismos que garanticen la transversalidad para
introducir y desarrollar la formación para la convivencia y la
adquisición de valores democráticos.
-
Incentivar la realización de proyectos de innovación pedagógica.
-
Establecer programas de colaboración y participación con otros
sistemas sociocomunitarios (Servicios Sociales, Sanidad, Juventud,
Cultura y Deportes,..)
3.3 Educación Primaria:
Es necesaria una correcta planificación escolar entre
todos los centros sostenidos con fondos públicos, con el fin de que los
medios humanos y los recursos materiales estén disponibles en los centros,
para que puedan atender las necesidades desde el primer momento de la
escolarización.
-
Creación de comisiones de escolarización, por zonas, donde se
centralicen las solicitudes y se proceda a la escolarización del
alumnado con criterios de equidad y solidaridad, entre todos los centros
sostenidos con fondos públicos, garantizándoles los recursos para su
atención y haciendo un seguimiento de la escolarización de todos el
alumnado, muy especialmente del que presente algún tipo de desventaja
económica o social.
-
Creación de bibliotecas en todos los centros de Primaria,
estableciendo convenios con las corporaciones locales u otras
Instituciones, con el fin de garantizar su apertura por las tardes con
programas dinámicos de promoción a la lectura dirigido a todos los
escolares.
-
Establecer un programa de implantación de nuevas tecnologías, con el
objetivo de que en el menor plazo posible, todas las aulas cuenten con
el equipamiento necesario y suficiente para que todos los niños y
niñas tengan acceso a las nuevas fuentes del conocimiento y de la
información.
-
Facilitar a las familias la comunicación con el centro, equipo
directivo, profesorado, y, especialmente a las tutorías, teniendo en
cuenta los horarios laborales de los padres y madres.
-
Establecer un plan de actividades específico, con las adaptaciones
correspondientes, para aquellos alumnos que se considere conveniente la
permanencia de un año más en el mismo curso, adaptando la
organización escolar con criterios de mayor flexibilidad.
-
Garantizar, a lo largo del todo el proceso, que todo el alumnado, al
finalizar la Educación Primaria, haya adquirido los aprendizajes
instrumentales básicos (lectura, escritura y cálculo) y las destrezas
y habilidades básicas para el estudio.
-
Los centros de Primaria estarán adscritos a los IES pertenecientes a
una misma zona de escolarización y, con el fin de garantizar su
coordinación, se introducirá len la legislación los mecanismos
necesarios para su efectividad. Las administraciones públicas y las
corporaciones locales y Ayuntamientos, colaborarán eficazmente.
3.4 Educación Secundaria Obligatoria:
-
Reducir el número de asignaturas agrupando las áreas de contenido
similares y en consecuencia reducir el número de profesores que tiene
el alumno en cada curso escolar con la finalidad de una mayor
integración de los conocimientos y una mejor atención tutorial.
-
Facilitar la autonomía de los centros para la programación de
programas específicos de atención a la diversidad y para la adopción
de sistemas flexibles de organización escolar.
-
Potenciar la configuración de claustros de profesores coherentes y
comprometidos con el Proyecto Educativo del centro.
-
Incrementar considerablemente la optatividad en el 2º ciclo, que se
irá incrementando de manera gradual en los dos cursos, sin que ello
condicione la incorporación a las diferentes modalidades de
bachillerato o a los ciclos formativos de grado medio.
-
Establecer programas de adaptación curricular para el alumnado con
mayores dificultades de aprendizaje orientados a la consecución de los
objetivos que permitan la obtención del título de Graduado Escolar y
programas específicos destinados al alumnado con importantes
dificultades de adaptación escolar, desajustes conductuales o severo
retraso curricular. Para la realización de estos programas deberán
introducirse todo tipo de agrupaciones flexibles, no permanentes, ni
irreversibles.
3.5 Educación postobligatoria:
-
Introducir programas de horario flexible para facilitar la
incorporación del alumnado, que habiéndose incorporado a un mercado
laboral precario, opte por continuar sus estudios sin necesidad de
acogerse a los planes de formación de personas adultas.
3.6 Profesorado:
-
Establecer el acceso a la función docente a través de una licenciatura
con un tronco común y las especialidades correspondientes a las distintas
etapas educativas y áreas específicas.
-
Formación permanente del profesorado con rango universitario, y de
acuerdo, en su programación, con las exigencias de la sociedad y las
necesidades de la comunidad educativa.
3.7 Autonomía de los centros educativos:
-
Autonomía a través del Proyecto Educativo de Centro en la
organización del currículo, para que incidiendo en las distintas
áreas del conocimiento se atiendan mejor las necesidades educativas del
alumnado, posibilitando la modificación de la distribución y la
asignación horaria para sus aprendizajes.
3.8 Consejos Escolares:
3.9 La incorporación del alumnado inmigrante:
-
Escolarización y acceso al sistema educativo. Los programas de
integración del alumnado inmigrante deben estar presentes en todos los
centros sostenidos con fondos públicos, sin que en ningún supuesto la
administración educativa consienta que determinados centros eludan la
obligación de atender convenientemente al alumnado que así lo requiera.
-
Constituir equipos de acogida que reciban y estudien la situación
escolar, personal, familiar y social del alumnado que vaya a
incorporarse a los centros educativos, para que puedan realizar un
diagnóstico inicial a partir del cual se establezcan medidas de
atención, modelo de escolarización, recursos precisos, etc. Estos
equipos estarán adscritos a las Comisiones de Escolarización e
incorporarán a profesionales especializados de apoyo, profesorado de
español para extranjeros, mediadores culturales y lingüísticos,
educadores sociales o de calle, trabajadores sociales, etc... que
podrán ser destinados a los centros con carácter temporal o itinerante.
-
Extender la labor de los equipos de acogida al apoyo a las familias de
los alumnos inmigrantes, tendentes a su integración social y a la
divulgación de la educación, así como al apoyo a su incorporación a
programas de español para extranjeros y de alfabetización, en paralelo
a la educación de sus hijos.
-
La atención educativa en el ámbito escolar e intercultural precisa
de elementos materiales fundamentales como son: documentación de
experiencias realizadas con éxito en otros países y en nuestras
propias comunidades; ; programas y diseños curriculares específicos
que sirvan de guía y orientación; proyectos de acción tutorial
específica, etc.
-
Organización de actividades específicas de formación del
profesorado que tengan en cuenta la educación intercultural, así como
los aspectos curriculares, metodológicos y organizativos que se derivan
de las dificultades educativas relativas a la incorporación del
alumnado inmigrante.
-
El fenómeno de la multiculturalidad está fuertemente influido por la
política que sobre inmigración se mantenga a escala general y por sus
componentes económicos y sociales. Se impone, por tanto, una acción
concertada de las administraciones públicas y de sus diversos órganos
a la hora de abordar la cuestión. Los ayuntamientos deberían coordinar
y liderar este conjunto de acciones y políticas para hacerlas más
efectivas y más cercanas a la realidad de los inmigrantes.
-
En función de las condiciones sociales y laborales de la población
afectada, la acción de la educación intercultural, no puede ser
desarrollada sólo en la escuela y por los docentes. En la acción
concertada son necesarios los educadores sociales o trabajadores
sociales, como agentes de mediación entre el tutor escolar y las
familias de los alumnos. Debería acordarse, de forma rápida, con otros
países, la implantación del profesorado nativo de apoyo, mediante
convenios de colaboración.
Financiación
El actual sistema educativo, viene adoleciendo de falta
de financiación desde su implantación. Para avanzar de forma decidida
hacia una educación de calidad para todos, requiere de una Ley de
Financiación extraordinaria que garantice su aplicación en todas las
Comunidades Autónomas. Según el último estudio de la OCDE, sólo Grecia
tiene un gasto público respecto al PIB menor que España (4,5%) y, en
cuanto al gasto por alumno en Secundaria, España está en el número trece
de la UE, sólo por delante de Irlanda y Grecia. Hay que avanzar de manera
considerable para conseguir alcanzar el gasto medio por alumno de la UE y
hacia el objetivo de superar el 6% del PIB, que marcó el Informe sobre las
necesidades de la educación del siglo XXI elaborado por la UNESCO.
Acuerdo social
El sistema educativo de un país no es materia sólo de
un ministerio, ni de un Gobierno, trasciende al conjunto de la sociedad, por
lo que hacemos un llamamiento a todas las organizaciones sociales
relacionadas con la educación, especialistas y profesionales, para que se
abra un debate sobre el mismo, que posibilite analizar las causas que están
generando el fracaso escolar, desde una perspectiva amplia en el que se
evalúen todos los elementos que intervienen en el mismo.
De este debate tienen que formar parte ineludible, las
Comunidades Autónomas, todas ellas con las competencias educativas ya
transferidas, y por lo tanto, responsables de su desarrollo.
Sólo ese debate sosegado podrá conducir al necesario
consenso sobre el sistema educativo, que comprometa a todas las fuerzas
políticas y sociales con su desarrollo.
CEAPA considera que un tema tan importante como es la
revisión del sistema educativo no se debe abordar con prisas y ocultismo, a
puerta cerrada, y sí, con el tiempo suficiente para poder valorar y
contrastar todas las propuestas de una manera transparente y diáfana con
toda la información que sea necesaria.
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Sobre la Ley
de calidad
STE CANTABRIA
Introducción
La prensa se hace eco de los resultados
de varios informes sobre la situación del sistema educativo español. Estos
son utilizados como arma arrojadiza por parte del gobierno para así dar
carta blanca a su verdadero objetivo: establecer un sistema educativo acorde
con su ideología y sus intereses.
El desastre
Los datos esgrimidos están sacados del
informe PISA, un proyecto internacional para la producción de indicadores
de rendimiento de los alumnos encargado por la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos) realizado en 32 países durante el
año 2000 sobre cerca de 265.000 alumnos de 15 años (6.214 españoles). En
este primer ciclo se evalúan tres áreas: la lectura, las matemáticas y
las ciencias. Según este estudio, el conocimiento de ciencias y
matemáticas, así como el de lengua y comprensión escrita de los jóvenes
estudiantes españoles están por debajo de la media europea. Uno de cada
cinco no alcanza el nivel mínimo en matemáticas y sólo el 9% llega al
máximo. En lo que respecta a las tasas de fracaso escolar se dice que
España registra una de las tasas más bajas (73%) de la OCDE en graduados
de secundaria, por el contrario, en todos los países de la OCDE, excepto en
ocho, esta tasa de diplomados en secundaria está por encima del 80%. Estos
son los datos que suficientemente amplificados y machaconamente repetidos
por los medios de comunicación, cumpliendo fielmente con su función de
cancerberos del pensamiento único, se acaban por convertir en dogma de fe.
Intentaremos exponer a continuación lo discutible, estrecho e interesado
que resulta el debate sobre el nivel educativo y el fracaso escolar que se
pretende encerrar en los términos anteriores.
Sobre el nivel
La primera dificultad que habría que
hacer notar es la referente al propio concepto de nivel: se supone que
estamos hablando de algo perfectamente mensurable, cuantificable y sujeto a
una comparación con una cierta unidad de medida objetiva y universal. Lo
cierto es que esto dista mucho de ser una tarea trivial ya que tenemos una
amplia gama de sistemas educativos de distintos países o, incluso,
diferentes épocas. Tenemos diferentes currículum, diferentes
metodologías, diferentes sistemas de evaluación, diferentes objetivos
educativos, por no hacer mención de los diferentes contextos sociales,
culturales y económicos. Por otra parte, el concepto mismo de educación es
muy amplio, complejo y rico, en ningún caso completamente asimilable al de
sistema educativo; aquí ya encontramos una primera simplificación. No
obstante, incluso quedándonos dentro de lo que sería el propio sistema
educativo, hay un segundo paso en la simplificación ya que, al final, al
hablar de nivel educativo se acaba reduciendo a lo que los alumnos aprenden.
Y dentro de lo que los alumnos aprenden, a su vez, se fija la atención en
ámbitos muy concretos (lengua, matemáticas y quizás sociales o naturales)
(tercera simplificación). Si no consideramos la educación desde una
perspectiva amplia y global podemos acabar como aquel que sostenía que la
inteligencia es... lo que miden los test de inteligencia. En este sentido
habría que buscar modelos más integrales que tuvieran en cuenta la
compleja realidad del hecho educativo: el contexto en que se enseña, los
recursos educativos, el entorno sociocultural, los progresos de los alumnos,
etc.
Lo que no nos cuentan
Para terminar la discusión sobre el
nivel educativo y para que todo lo anterior no suene a eludir el problema o
a disculpa, lo cierto es que incluso dentro de esos mismos parámetros la
educación en España actualmente no es tan desastrosa como nos quieren
hacer creer:
Tipo de enseñanza |
Comprensión lectora |
Gramática Literatura |
Matemáticas |
Ciencias Naturales |
Geografía Historia |
2º B.U.P. |
283 |
293 |
279 |
276 |
283 |
4º E.S.O. |
273 |
265 |
267 |
274 |
271 |
2º F.P. |
246 |
224 |
228 |
226 |
233 |
INCE, 1998
Es justo recordar que el informe PISA
también dice que la puntuación de los estudiantes españoles en análisis
de textos es satisfactoria o que, y sin que sirva de consuelo pero es un
dato especialmente significativo en la discusión sobre la co
mprensividad, la valoración final es
mejor en conjunto que la de países como Italia o Alemania.
¿Fracaso escolar?
Otro de los datos que ha motivado el
escándalo y pretende ser prueba irrefutable del desastre del sistema
educativo español actual es la tasa del llamado fracaso escolar: recordemos
que en España el índice de alumnos que consiguen el título de secundaria
(un 73%) está por debajo de media de la OCDE (sobre el 80%). Este dato es
serio y preocupante y no se puede obviar ni intentar justificar, ahora bien,
tampoco hay que rasgarse las vestiduras y crear un alarmismo interesado y
además falso. A pesar de este dato, también es cierto que nunca ha sido
mejor: en el curso 96/97 acabaron sus estudios de 2º de BUP un 83,1%, de
2º de FP un 53,0% y un 73,3% de 4º de ESO. Es decir, acaban más la ESO
que el conjunto de BUP y FP y eso sin tener en cuenta los alumnos que
acabando 8º de EGB no han seguido estudiando. Si nos remontamos a épocas
todavía más lejanas en el tiempo (para los nostálgicos) la situación es
todavía peor: de cada 100 alumnos que empezaron la enseñanza primaria en
1951, llegaron a ingresar 27 en la enseñanza media (a los 10 años);
aprobaron 18 la reválida de Bachillerato Elemental (a los 14 años) y 10 el
Bachillerato Superior (a los 16); 5 alumnos superaron el Preuniversitario y
tres alcanzaron los estudios universitarios en 1967 (Libro Blanco sobre la
educación en España, 1969). ¿Se puede seguir sosteniendo con un mínimo
de rigor que había más nivel en 1965 cuando estudiaba a los 16 años
apenas el 20% de los jóvenes de una generación?
La comprensividad
Un segundo informe que se maneja como
coartada es el realizado por el Instituto de Evaluación y Asesoramiento
Educativo (IDEA) que por iniciativa de la Fundación Hogar del Empleado
(FUHEM) realizó entre febrero y marzo de 2001 que lleva por título la
Opinión de los Profesores sobre la Calidad de la Educación. De los datos
recogidos en este informe se desprende que la etapa educativa menos valorada
y más conflictiva es la ESO. Algunos culpan de todos los males de la
secundaria a la extensión de la obligatoriedad de la educación hasta los
16 años y al sistema comprensivo. No cabe duda de que este es un factor que
hace más dificultosa la tarea de enseñar, sin embargo, volveríamos a caer
en un reduccionismo interesado si nos quedáramos aquí. En relación a
esto, otro resultado del informe PISA que apenas se dice es que los
resultados de países con sistemas educativos segregadores, como Alemania,
son claramente inferiores a los de países con sistemas comprensivos, como
Finlandia o Reino Unido (e incluso España). Recordemos que con diferentes
variantes el modelo comprensivo está presente en Estados Unidos, en los
países escandinavos, en Gran Bretaña, en Bélgica y en el sur de Europa.
Por el contrario, el sistema contrario está implantado en Alemania,
Holanda, Suiza y Austria, por ejemplo. Otros informes advierten que la
agrupación de alumnos según su rendimiento favorece la violencia escolar.
Función social de la educación
De entrada, una declaración de
principios: estamos de acuerdo con el objetivo básico de la educación
comprensiva, esto es, conseguir que el mayor número posible de alumnos
alcancen la formación básica que les permita o incorporarse a la vida
activa o proseguir sus estudios. Entendemos la educación como compensadora
de desigualdades y más, si cabe, con los más desfavorecidos, en todos los
sentidos. El origen de los problemas educativos no es unidimensional ni
puede ser, una vez más, simplificado. El sistema educativo está inmerso en
una realidad más amplia y que le supera, el propio sistema social. Nadie
puede poner en duda las influencias sociales y familiares en el rendimiento
escolar, por añadir un dato más reciente: un estudio realizado por el INCE
subraya que el nivel cultural de las familias provoca diferencias de14
puntos porcentuales entre los alumnos. En este sentido consideramos un logro
irrenunciable la enseñanza obligatoria hasta los 16 años. Ahora bien, no
podemos obviar que conlleva dificultades y todo lo anterior no quita para
que exijamos unas condiciones idóneas para realizar nuestro trabajo, no
sólo por nosotros mismos sino en beneficio de los propios alumnos y
atendiendo a su derecho de tener una buena calidad de enseñanza.
Soluciones gubernamentales
En teoría esta es la pretensión del
gobierno con su supuesta ley de Calidad, sin embargo, como decíamos al
principio se está gestando toda una contrarreforma con un tinte rancio y al
paso de la ideología más neoliberal y mercantilista. Los conservadores
conciben la educación como segregadora y selectiva socialmente, como puro
darwinismo social donde sólo las clases más pudientes puedan alcanzar los
más altos niveles educativos, el resto con que tengan una formación lo
más orientada al mercado, al trabajo, por otra parte cada vez más basura,
temporal, sin prácticamente ningún derecho y con sueldos de miseria, es
suficiente. De aquí se derivan medidas como los itinerarios, las
reválidas, las repeticiones de curso, la llamada eufemísticamente
"cultura del esfuerzo", el reforzamiento de las medidas represivas
a los alumnos, más financiación para seguir concertando más etapas del
sistema educativo (infantil y Bachillerato y la FP)... Por otra parte, nos
encontraos con los modelos de gestión total de la calidad, directamente
importados del mundo empresarial. Sin disimulos, las escuelas e institutos
son empresa que hay que gestionar, buscar la eficiencia, optimizar recursos,
evaluar y rendir cuentas, en función de esto se financiarán, estarán
sometidas, en fin, a las leyes del mercado, de la oferta y la demanda,
pierden todo contenido social, es más, su carácter público no deja de ser
un obstáculo que hay que eliminar, la educación pasa a ser considerada un
servicio más a explotar, una mercancía que comprar y vender.
Desmantelamiento de los servicios
públicos
En consonancia con esta dinámica, el
gobierno del PP está haciendo todo lo posible para desmantelar todo el
sistema público y si acaso que quede reducido a mero asistencialismo
subsidiario, a zonas y colectivos donde no sea rentable la "iniciativa
social" privada empresarial. Lo cierto es que al que verdaderamente
suspenden los datos comparativos de la propia OCDE es al gobierno español,
así podemos ver titulares como "España ocupa la cola de la UE en
gasto por alumno en secundaria". Apenas dedica un 4,5% del PIB frente a
una media europea del 5,5%. Desde que el PP ocupa el poder (1996) el gasto
educativo ha ido disminuyendo inexorablemente: en 1995 era del 5,53% (había
subido desde el 4,72% en 1990, es decir, hemos retrocedido más de una
década). El propio Consejo Escolar del Estado constata que el gasto global
está por debajo de la media de la UE y que en el gasto anual por estudiante
somos los antepenúltimos, además el reparto porcentual entre gasto
público y privado en nuestro país se sitúa en el antepenúltimo puesto en
el sector público y es el tercero en el que el gasto privado es el más
importante.
Nuestra alternativa
Nosotros por el contrario tenemos una
visión diametralmente opuesta, reivindicamos el carácter público de la
escuela, con una visión dinámica, activa y progresista que conlleve el
cambio hacia una sociedad libre, democrática y pacífica; justa, solidaria
e igualitaria, sin clases ni dominación de ningún tipo y respetuosa con el
medio natural. En consonancia, consideramos que la escuela debe ser
pública, gratuita, obligatoria, democrática, científica, pluralista,
laica, no discriminatoria, no sexista, financiada con fondos públicos y al
servicio de la sociedad.
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Recordando a Montesquieu
AUGUSTO SERRANO
Hace años, cuando queríamos zafarnos del autoritarismo
existente en la sociedad española, se difundió un cartel entre el
profesorado joven, todo un alegato contra el autoritarismo. El cartel estaba
dividido en cuatro partes; en una se veía a unas personas armadas.En otra
se reflejaba el desfile de unas personas con trajes de rayas; en la otra
estaban unos niños en sus pupitres alineados y en perfecto orden. El cuarto
espacio del cartel simplemente indicaba tres palabras: Ejército, cárcel y
escuela, unidas por el signo de igual.
Hoy, un cuarto de siglo después, la situación ha
cambiado y a nadie se le ocurría comparar la situación de las escuelas con
la del Ejército o la de las cárceles. La sociedad actual es muy distinta a
la que se reflejaba en el cartel descrito más arriba, sin embargo el
profesorado que hay en los institutos es muy parecido al que había
entonces, son profesores que imparten cada uno su asignatura y que se han
preparado para impartir dicha asignatura, pero no se han preparado, ni la
Administración se ha preocupado de hacerlo, para convencer a un adolescente
con pocas perspectivas de futuro que lo mejor es aprovechar su paso por el
instituto para mejorar su formación y así poder desenvolverse mucho mejor
en la sociedad. Tampoco estamos preparados, ni quizás sea nuestra función,
para enfrentarnos a familias, para hacerles ver que deben preocuparse por el
discurrir del paso de su hijo o hija por las aulas, que sin su colaboración
la tarea de enseñar es mucho más difícil.
Más que un problema exclusivo de las aulas es un
problema Social, con mayúsculas. Decía Montesquieu que de las tres
educaciones que recibimos (la de nuestros padres, de nuestros maestros y la
del mundo), la última suele dar al traste con las otras dos.
La situación está empeorando cada día y las
administraciones, de todos los colores políticos, parece que hacen poco
para mejorarlo y no se atreven a tomar medidas efectivas. Y las que nos
anuncian, itinerarios segregadores y en función de los conocimientos,
profundizarán en la indisciplina en los centros y harán que existan clases
a las que habrá que entrar con escolta; estas serán las clases de los
itinerarios tercero y cuarto, los que cursarán los repetidores, los
atrasados, los objetores escolares, los que van al centro sin un papel y te
miran desafiante fijamente cuando intentas decirles que al instituto se va a
trabajar.
Medidas efectivas para atajar los problemas de
(in)disciplina las hay, pero, claro, cuestan dinero. Citamos unas pocas:
grupos de no más de 20 alumnos, itinerarios formativos para la diversidad
del alumnado en función de sus capacidades, formación del profesorado en
técnicas de prevención y resolución de conflictos, revalorización de la
labor tutorial, inclusión en las plantillas de trabajadores sociales, no
acumulación de alumnado teóricamente problemático en determinados
centros-guetos... Ahora, cuando empezamos a debatir sobre las reformas del
Gobierno es un buen momento para hablar también de qué hacer con la
(in)disciplina escolar y plantear soluciones distintas a las puramente
represivas.
Augusto Serrano es portavoz de la Confederación de
Sindicatos de Trabajadores de la Enseñanza (STEs)
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4/2/02.
Comunicado de la Plataforma Estatal por una Escuela Pública
de Calidad
El Ministerio de Educación miente: no busca
resolver los problemas reales
La Plataforma Estatal por una Escuela Pública
de Calidad, reunida en el día de hoy en Madrid, manifiesta su
sorpresa e indignación por haber conocido las líneas fundamentales
de la nueva reforma educativa, a través de los medios de
comunicación.
El Ministerio de Educación incumple su
compromiso de diálogo reiterado ante la Comisión Permanente del
Consejo Escolar del Estado y las organizaciones representativas de
los diferentes sectores de la comunidad educativa.
El Ministerio de Educación miente cuando afirma
que quiere combatir el fracaso escolar. Esas medidas anunciadas
significan un retroceso histórico, que retrotraen al sistema
educativo español a una situación anterior a la Ley General de
1970, en el que la educación servía únicamente a la promoción de
las clases sociales privilegiadas.
Esos itinerarios que plantea el ministerio
suponen la renuncia definitiva a dar una solución a los problemas
de aprendizaje que precisan una parte significativa del alumnado, y
contribuirán a deteriorar el clima de convivencia necesario en los
centros escolares.
La reválida al finalizar el bachillerato para
la obtención del título rompe con el modelo de evaluación
continua que hoy nadie cuestiona, e introduce un factor de
desconfianza hacia la institución escolar. Supedita dos cursos
académicos a una sola prueba, poniendo en peligro la continuidad y
el acceso de miles de estudiantes, no sólo a la universidad, sino
también a la FP de grado superior.
La democracia en los centros escolares es
irrenunciable. El proceso educativo, sin la corresponsabilidad de
los diferentes sectores educativos, está condenada al fracaso.
Exigimos claridad, rigor en los planteamientos y
tiempo suficiente para la reflexión y el debate. Con todo, lo más
grave es que no advertimos en las propuestas de Pilar del Castillo
ningún interés por solucionar los problemas reales de nuestro
sistema educativo.
La Plataforma Estatal se va a dirigir
inmediatamente a las plataformas autonómicas para determinar y
planificar las actuaciones que consideren oportunas.
4 febrero 2002
La Plataforma Estatal por una Escuela Pública de
Calidad está integrada por CEAPA, FE-CCOO, FETE-UGT, STES, CGT,
Sindicato de Estudiantes, MRP´s y MCEP
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